Reloj de arena cap. 1

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RELOJ DE ARENA

Capítulo 1

El sueño que tuve la noche pasada no se iba de mi cabeza; no era el primero que tenía ya que desde bien pequeño estos habían formado parte activa de mis noches, pero aquel sueño era distinto: En el mi vida era tal y como es ahora, salvo por el detalle que cada día que pasaba yo envejecía diez años, y teniendo en cuenta que tengo 32 asumía que debían quedarme unos cuatro o cinco días de vida. El tener la muerte cercana no me producía ningún miedo pero el pensar que esos últimos días de vida los iba a dedicar a ir y venir del trabajo hacia que me sintiera totalmente vacío. Y esa sensación era precisamente la que no se iba de mi interior, quizás mi subconsciente intentaba comunicarse conmigo, quizás ahora que estaba cerca de la mitad de mi película este me quería decir ?tío o mejoras el argumento o pon el fin ya?. Definitivamente no iba a ser un buen día.

Al regresar a casa y con la sensación de vacío todavía en el cuerpo recibí una llamada de mi amigo Juanito: ?buenas Asier, tengo una noticia que darte tío?- ?pues dispara que por tu tono de voz no va a ser buena?- ?es Marc, lo han encontrado muerto en su casa, ha sido su madre, no le cogía el teléfono y fue a su casa a ver qué pasaba. Se lo encontró en la cama, por lo visto simplemente esta mañana no se ha despertado.?-?joder, todo alegrías Juanito, ¿Dónde está?? -?creo que primero le van a hacer la autopsia, así que el velatorio y funeral tardara dos o tres días como poco, su madre me ha pedido que vayamos mañana un par de amigos a vaciar el piso, si va sola se derrumbara y como es de alquiler contra antes se haga mejor?-?sin problema me deben un par de días en el trabajo, nos vemos allí mañana, un abrazo Juanito?- ?otro para ti tío?.

Al día siguiente y después de haber soñado lo mismo, me dirigí a casa de Marc. Juanito me estaba esperando en la puerta. La madre de Marc al final no vino, le dio las llaves a Juanito y la dirección de un trastero en el que dejar las cosas, no tenía fuerzas para subir y encontrarse con las pertenencias de su único hijo, por no decir su único amor. Era madre soltera y nunca rehízo su vida, se dedicó en cuerpo y alma a educar y sacar adelante a su hijo. El piso estaba bastante ordenado así que no tardamos más que un par horas en empaquetar sus cosas, pero había una que no sabíamos dónde meter, un libro. Marc solo tenía un libro en su casa, en la mesilla de noche. La sorpresa era mayúscula ya que nunca le gustaron los libros, y menos en formato papel, ya que él creía que teniendo plataformas digitales era un gasto estúpido de recursos naturales y de espacio el tener un libro. ?Asier, quédatelo. A su madre no le importara y Marc sabía lo que te gusta leer, estaría encantado de que te lo quedes?-?gracias Juanito, sí que me lo voy a quedar, será un buen recuerdo?.

Esa misma noche ya metido en la cama me dispuse a leer el libro de Marc. El título del libro era ?Reloj de arena? y del autor solo ponía sus iniciales ?H.G.W.?. Era un poco raro ya que no ponía ni el nombre de la editorial, ni fecha de publicación ni si quiera la típica reseña sobre el autor que viene en todos los libros. Por el tipo de papel y encuadernación supuse que era una edición muy antigua. Así que con un montón de interrogantes en mi cabeza me dispuse a comenzar mi lectura.

"Querido lector que va a comenzar mi libro, le doy la bienvenida a mi mente, espero que este libro le sea de ayuda, ya que mi intención al escribirlo no es la de entretenerle ni divertirle, mi única intención es ayudarle en este momento tan difícil, dado que si tiene mi libro es porque alguien cercano a usted acaba de fallecer"


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