El grito de Tincho (editado)

Era viernes en la ciudad, Roberto iba a buscar a su hijo Martin, o Tincho como se lo apodaban. Cerca de la hora de salida, Roberto acostumbraba comprarle alguna golosina por si su hijo tuviera hambre en el camino de vuelta.
Sale del quiosco y va hacia la puerta del colegio. Salen los chicos de la puerta del colegio y como señal de precaucion, Tincho con sus compañeros hacen la fila de prevencion para los demas grados del colegio. Roberto obsevra que Tincho no sale como todos los dias, estaba mas serio que nunca. Situacion extraña porque Tincho era muy alegre y compartia chiste y bromas con sus compañeros.
Rompen fila una vez que los chicos estan con sus padres, Tincho se reune con el suyo y amobs suben al auto. El padre le pregunta: "Que te pasa?"
"Nada"- le contesta. Prejuzgando que no le iba a contestar mas que eso, deciden irse para la casa sin comentarios.
Tincho es hijo unico, sus padres estan separados y ese dia le tocaba estar con el padre por ser fin de semana. Si bien por su edad, Tincho era uno de los pocos chicos que no cometia travesuras.
Llegan a la casa, preparan la mesa para almorzar y en ese momento Roberto le vuelve a preguntar...
-Que te pasa hijo?
-Nada, pa. ya te dije que no me pasa nada...- contesta Tincho con la cabeza gacha
-Dale... a vos algó te paso y no me lo queres decir... o seguro a tu madre le decis todo!
-Esta bien- contesta resignado a las insistencis del padre- pero no le digas nada a mamá... me esta molestando un chico
-Quien? lo conozco?
-Es uno de los compañeros de clase...
-Porque te molesta? que te dice?
- No, no me dice... me hace esto... mirá -se levanta la remera y le muestra un moreton que se encontraba en un costado de la espalda
-Decime ya quien fue que le bajo los dientes! y despues hablo con la directora!
-Pa, si yo te digo quien fue, tenés que esperar al lunes para verlo porque no se donde vive...
-Lo voy a averiguar, quedate tranquilo
-Si sabe que vos me vas a defender va a ser peor, ya me lo dijo...
-No le dijiste nada a la maestra, preceptora, directora... no hablaste con nadie!?
-No, porque no me creen. Ellas piensan que exagero.
La charla siguió por el mismo camino... los nervios eran tales que a los dos les cayo mal la comida. A la tarde Tincho se juntaba con un par de amigos que se hizo en el barrio.
Roberto no podia aguantar la situacion de la existencia del bullying en el colegio con su hijo. Para despejarse en el fin de semana decidieron irse a pasear, pasarla bien y olvidarse del tema por unas horas. En la estadia en el shopping, cine y cena en un patio de comidas, padre e hijo pasan unas horas inolvidables.
Llega el domingo a las 20, Tincho llega a la casa de su madre despidiendose de su padre. Antes de despedirse, Roberto agarra de los hombros a Tincho para que le prestara atencion en su pedido:
-Hijo, por favor, no dejes que te peguen. Hablá no una, sino 100 veces con la directora para que termine con esto.
-Pá!- dice Tincho- ya hablé! no me creen! ese chico los tiene encnatados con su carisma... si el dice que le pegaron, a el le creen!
-Entonces, hijo... tenés que gritar para que te escuchen. Tenes que llamar la atencion ante varias personas para que tu pedido sea escuchado. Tenes que demostrar que vos vales lo mismo que ese chico. No tiene que haber privilegios, en este sentido. Solo vos podes parar esto.
Ambos se saludan en la vereda y Tincho entra a la casa. La madre le pregunta:" Que queria tu padre que estuvieron hablando?
-No nada ma- dice Tincho-... me dijo algo para dijera mañana.
Al dia siguiente, Tincho ingresa al colegio para comenzar una semana lectiva. Al entrar al patio observa que vino el agresor al patio del establecimiento.
Todos los alumnos al riudo del timbre forman la fila para entrar a las aulas como todos los dias en el patio principal, Tincho estaba adelante del agresor por una cuestion de orden de estatura de la fila.
"No sabes la que te espera" escucha Tincho, se da vuelta, lo mira y con una voz desafiante le contesta: "Vos tampoco".
Tincho sale de la fila y se dirige al mastil de la bandera que se encontraba en el patio principal del colegio. Las maestras que estaban organizando las divisiones lo miran y se acercan para ver que necesitaba, Tincho las esquiva y de su mochila saca una cadena y un candado. Habitualmente lo usaba para asegurar su bicicleta a un poste de luz cuando la dejaba en una salida por la tarde.
Se ata junto al mastil con la cadena y cierra el candado que unia ambos extremos, el candado era bastante grande como la valentia en ese momento.
Las maestras horrorizadas le dicen: "Alumno, salga de ahi por favor, que esta haciendo!!!
Tincho responde: "No!".Las maestras insisten ante la negativa.
"Hay dias en que nos enseñan que el valor de esta bandera se logró por luchas y batallas!"- dice Tincho ante la mirada sorpresiva de los presentes.
"Yo hoy voy a empezar mi lucha y mi batalla! No quiero - señala con el dedo al agresor - que ese chico me siga pegando, me siga insultando cuando el quiera! Estoy cansado de ser el estupido de la clase al que lo tomen como blanco de sus fracasos! Chicos como yo no lo escuchan ni acá ni en otro lado!"
Con los ojos lagrimosos y a punto de llorar ante la mirada de todos los presentes dice:" ... y no me voy a ir de acá hasta que él me deje de pegar o que se vaya!"
Todos los alumnos empezaron a arengar y a gritar en contra del victimario. El agresor frente a todo esta situacion estaba palido.
El grito de Tincho se hizo escuchar en todo el colegio, en todas las casas, en todas las charlas de café, en todas los dialogos de vecinos y conocidos del barrio.
y tan fuerte fue ese grito que hasta el dia de hoy hay chicos que se animan a gritar para dejar los miedos del bullying.