Viajes de la tercera edad 1
Por Septiembre
Enviado el 24/04/2015, clasificado en Amor / Románticos
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En la puerta de una agencia de viajes. Madrid. Lunes, 8 de la mañana.
Un numeroso grupo de personas se disponen a subir al autobús que durante unos días recorrerá Extremadura. A medida que las pequeñas maletas son introducidas por el conductor en los bajo del vehículo los viajeros van subiendo presurosos para coger sito en la ventana, sentarse junto el amigo, esposa, amiga? El último viajero. Un varón que sin prisas mira el sitio que sabe ha de estar libre. Con calma extiende la vista a lo largo del pasillo: un asiento libre al lado de una señora que le dedica una sonrisa:
-Con permiso señora, viajo con usted.
-Pues claro hombre, ya pensaba que iba a ir sola todo el viaje
-Estamos contados, voy solo, pero sé que el autobús va completo y me da igual el sitio por eso he sido el ultimo.
-Yo también voy sola, no conozco a nadie, al contrario que usted he subido lo más rápido que he podido me gusta ir a la ventana izquierda, a la vez evito sentarme sobre las ruedas.
-Vaya, no sabía yo eso de las ruedas. Viajara usted con frecuencia, yo no. Me apetecía ir a Extremadura es la única región de España que aun no he pisado Estamos arrancando, a ver si tenemos un buen viaje.
-Ojala, yo también es la primera vez que voy a Extremadura, ya tenía ganas, se lo debía a mi abuelo paterno que era de Plasencia?
- La guía quiere saludarnos.
?Buenos días señoras y señores. Bienvenidos a ?Rutas por España?. Soy Ana, seré su guía durante los 4 días que estaremos juntos En primer lugar les daré unas sencillas indicaciones que les ruego que observen a lo largo del viaje por el bien de todos.
Conserven todos los días el asiento que ocupan ahora, de este modo en lo sucesivo a la hora de arrancar sabremos quién falta rápidamente, El autobús va provisto de un completo botiquín, a la menor molestia me lo hagan saber para poner remedio lo más pronto posible. Haremos las suficientes paradas para acudir al servicio, y estirar las piernas, no obstante el vehículo consta de un pequeño aseo para una emergencia.
Hoy primer día entraremos en Extremadura por el Valle del Jerte. La floración de millones de cerezos es uno de los motivos de esta ruta Comeremos en un mesón a 15 Kms de Plasencia donde dormiremos, llegaremos al hotel sobre las 5 de la tarde.
De momento esto es todo no duden en preguntar cualquier cosa que se les ocurra, estoy para atenderles. ¡Que tengamos buen viaje!
- Parece, que vamos a ser compañeros durante todos los días, es una buena idea seguro que ganamos mucho tiempo cada uno a su sitio y santas pascuas.
Me presentare:
-Soy Alfredo, de Madrid, recién jubilado. Este es mi primer viaje como tal
-Muchas gracias soy Carmen también de Madrid, al contrario que usted ya he realizado bastantes, casi siempre acompañada excepto algunos cortos como este que no me acompaña nadie. A veces la soledad buscada también es gratificante.
-Pues si tiene razón, he pagado un poco mas por tener habitación individual en los hoteles no he querido tener un desconocido por compañero.
-Soy del mismo parecer yo también duermo sola por la misma razón
2 El autobús se deslizaba buscando la salida de Madrid, pronto los campos de cereal castellano sustituyen a las urbanizaciones periféricas de la Capital. Los viajeros miran distraídos por las ventanillas mientras cuentan sus experiencias en anteriores viajes, se interrogan sobre la familia, las pasadas ocupaciones?Los kilómetros pasan raudos, en dos horas están dejando Castilla.
Nuestra protagonista repara en un cartel: ?Plasencia 71 Kilometro?
-Dentro de nada entramos en Extremadura
-Ya veo, pasaremos casi todo el día en el Valle del Jerte el que lo ha visto dice que es un espectáculo tantos cerezos en flor. -¿queda alguien de su familia en Plasencia?
-Pues vaya usted a saber; mi abuelo salió con 20 años. Se fueron todos Padre, Madre e hijos, el no volvió nunca. Imagino que la salida de mi bisabuelo cargado con toda la familia no tuvo que ser muy honrosa, de ese tema no se hablaba nunca en casa, En los últimos tiempos, el abuelo cuando ya su mente estaba en franco declive recordaba su calle cerca del rio: la Calle Ancha, debe ser una calle importante, o por lo menos grande, hablada de muchas familias, tiendas, tabernas, estaba también cerca de la muralla, si puedo me gustaría pasear por la famosa calle...
Un murmullo de admiración se levanta entre los pasajeros. Tras la monótona llanura castellana el Valle del Jerte se abre esplendoroso. Pequeñas manchas blancas hasta donde alcanza la vista muestran los numerosos cerezos en plena floración, los restos de nieves en la cumbre unida al azul rabioso del cielo magnifican aun más si cabe el verde de los prados. La carretera serpentea buscando el rio que se adivina al fondo. Carmen se aprieta contra el asiento para permitir a su compañero una mejor visión del paisaje.
-Vaya, esto se parece más a Asturias que a la idea que yo tenía de Extremadura.
-Todo el mundo dice que es una región que sorprende, yo vengo dispuesta a verlo todo precioso.
Mientras el autobús pasa rozando los blancos arboles, nuestra pareja sigue en animada conversación, apenas los silencios necesarios para descubrir tras los cristales los bellos rincones del magnífico paisaje. Un par de paradas y la definitiva para comer a orillas del rio.
Alfredo ofrece ceremonioso un asiento a su compañera. Mientras esperan a ser servidos continúan charlando sobre la errática política del gobierno de turno, el pacto de Toledo las ventajas del cooperativismo...
Acabada la sencilla comida vuelta al vehículo. Treinta minutos más y la guía con manifiesta experiencia distribuye a los viajeros las habitaciones del céntrico hotelito al mismo tiempo que va informando sobre las siguientes actividades.
- En media hora nos reunimos aquí, en recepción, vamos a visitar un museo etnográfico, es una excelente forma de tomar contacto con la costumbres y usos de Extremadura. Tras esto pueden dar una vuelta por la ciudad, ya saben el nombre del hotel y de la calle, les ruego que a la nueve y media como mucho estemos todos aquí para la cena, mañana tenemos una visita guiada a la catedral, esta concertada a las nueve, de modo que tendremos que madrugar algo.
En la puerta del museo una vez realizada la pertinente visita, Alfredo con el móvil en la mano se acerca a Carmen.
- Según el GPS la Calle Ancha esta a 100 metros de aquí.
-Tiene unos detalles impagables, un millón de gracias ¿le importaría acompañarme?
3 - Por supuesto, será un placer.
Con un leve gesto de despedida al resto del grupo ambos se dirigen hacia donde señala la pantalla que conserva en la mano.
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