Viajes de la tercera edad 3

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Enviado el , clasificado en Amor / Románticos
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   -Ahora te toca a ti.  Háblame de ti.

  -Si Alfredo, yo también estoy casada, y también ardía en deseos de decírtelo,  tengo dos hijos formidables, chico y chica, dos nietos encantadores y un marido  al que quiero, y que ahora está haciendo el camino de  Santiago con dos amigos. Suscribo al 100 por 100  lo que has dicho, yo también pienso así, en absoluto me siento culpable de nada. Jamás  pensé que me podía pasar esto a mí,  debe ser que con la edad necesitemos emociones nuevas. Cuando el camarero creyó que éramos matrimonio despertó en mí el deseo de tenerte de besarte y abrazarte.  Lo mío desde luego no es amor, tampoco sabría decir lo que es, solo que me siento muy bien.  Cuando te vi aparecer en el autobús yo también me felicite, atractivo, con un aire  simpático, vestido con elegancia?cuando te tutee, cuando  te bese y fui  a tu habitación sabía que me adelantaba a ti, he percibido que sentías lo mismo que yo.   Mira las fotografías de mis nietos ¿a que son preciosos? este es mi marido, ahora se ha quitado el bigote. Háblame de tus hijas ¿no tienes hijos varones?

   - No, las cuatro son chicas, hay dos casadas, otra  está en casa  con nosotros y una cuarta que está viviendo con el novio.  A mi mujer no le hace ninguna gracias pero yo creo que están mejor así;  de los tres  es el que más vale, es con el único que  he ido al futbol y de cañas. La mayor está casada con un estirado director de sucursal bancaria, la segunda  con un funcionario   que siempre se está quejando de lo mal que le trata la vida,  tienen una chica cada una, el único varón de la familia soy yo. Mira aquí en el móvil tengo a mis nietas, me quieren  con locura 

    -De modo que  estas rodeados de mujeres, por eso eres tan dulce y tan elegante

   - Pues a lo mejor, mira, el bar de ayer vamos a tomar un café, le debemos mucho a ese camarero aun nos queda tiempo.    

    Cuando salieron hacia el hotel en busca de los compañeros y de los equipajes, ambos sintieron que ese lugar quedaba algo  de ellos.

    - Que sitio tan bonito este, manifestó ella,  voy a recordar a este muchacho el resto de mi vida, estaba dispuesta a verlo todo precioso  pero tú has hecho que lo sea aun más.

    - Ha sido tu  Carmen la que has hecho que lo sea, yo me he limitado  a estar a tu lado, tienes razón yo también voy a recordar esto toda mi vida, y muy intensamente. Va a ser el primer secreto, que tenga en mi matrimonio. Y no me arrepiento  de nada, ni de lo pasado ni de los tres días que quedan. 

    -Eres un cielo, para mí también será mi primer secreto,  quizás lo comparta con mi hija estamos muy unidas, es de la clase de mujer que entiende una cosa así.

     Ya en el autobús, camino de Cáceres siguieron hablando de la familia de los nietos de las hijas, de sus trabajos, de las hipotecas, de las distancias en Madrid, de las pensiones?

     Y  bajando la voz

   -A ver si encontramos una farmacia que nos venda las pastillita azul...  

      ?para que el recuerdo sea más maravilloso aun.


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