Querido diario 1

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       Queridos  lectores, espero que disfrutéis esta verdadera historia erótico?sentimental de la que soy coprotagonista. Este relato, ya lo veréis, es de los que nos hace pensar que la realidad supera muchas veces a la ficción. Leerlo como un diario, aunque no  es tal porque a   veces salto hasta un mes, escribía cuando me lo mandaba el corazón   nada más.

         Os va a gustar seguro

                                            JUEVES  18 DE ABRIL

      Querido diario:

      ¡Cuántos  años sin decirte nada!      Seguro que me has echado de menos, hace 40 años que escribí  por  última  vez justo  el día  en que cumplí  15 años .Ese día di por terminada mi adolescencia y te abandoné.   Pero mira tú por donde  en este momento, a las cuatro de la madrugada, con  56 años me siento  otra vez como una  adolescente, de modo que aquí estoy de nuevo  dispuesta a contarte  (a contarme)  mi vida.

     ¡Estoy exultante!    ¡Esta noche en el portal, a oscuras un chico me ha robado un beso!  Como te lo cuento, con   alevosía   nocturnidad  y  premeditación, bueno, así exactamente no.     Vi que estaba dudando  y le tuve que empujar contra un rincón , además no se ha quedado con él, me puse de puntillas y se le quite de los labios,  sorprendido  y   contento me ha pedido  quedar  otro día para tomar unas cañas?

      Mejor empiezo por el principio: Necesito aclarar mis ideas.

      Desde que te deje han pasado muchas cosas: me casé, encontré un trabajo decente, tuve una hija, una nada mas, intentamos ampliar la familia pero no  un pudo ser.  Compramos un piso  en una  buena zona de esta triste ciudad  del   Duero.  Conservo buenos amigos en fin que la vida me iba  tratando  bastante bien hasta hace 9 meses.

     Un mal día (o bueno según se mire)  a la vuelta de un viaje de negocios mi marido   se presento en casa diciendo que se iba, que me dejaba, que ya no sentía, que dudaba, y que se  yo cuantas cosas más, todo para no enfrentarme con la realidad: había otra más joven y más guapa. Cogió sus cosas y se fue, como suena, sin más. 

       Me quede de piedra, lo nuestro francamente no iba del todo bien tras 28 años de matrimonio habían empezado a salir agujeros en nuestra relación, esto es normal en la mayoría  de las parejas, a fuerza de mano izquierda e imaginación en las relaciones  se intenta superar el bache. No  nos dio tiempo, el rompió como te he dicho.

        Quede  destrozada,  no lo espera ni por lo más remoto, empecé un calvario, psicólogos psiquiatras, me volqué en el trabajo  cambie de look, peinados,  minifaldas etc... Todas las tonterías que suelen hacer las mujeres en mi caso. Locamente enamorada no estaba  desde luego, pero sin duda le quería (aun creo que le quiero).

      Nuestra hija se puso absolutamente de mi parte, el cariño hacia  su padre, no fue suficiente para hacerla olvidar que también es mujer, y fue  el que dio  el paso. Su   actitud, aunque me aliviara, no fue ni mucho menos  suficiente para tapar el vacio en mi ánimo, entré en una franca depresión. La niña es enfermera trabaja  en una clínica privada y está muy  contenta, la encanta el trabajo, no se plantea cambiar su vida, por eso la traición de su padre la sentó fatal. Tiene un novio a tiempo  parcial, el chico es  un encanto, vive y trabaja a ochenta kilómetros de aquí, se compraron un apartamento cerca de mi casa, cuando viene se van a su casa y cuando no conserva su habitación en la mía.          

  Pase tres meses fatales, me agarraba a un clavo ardiendo, cualquier cosa la vivía con una intensidad que resultaba ser ficticia, la soledad es mala consejera amigo diario.

    En estas circunstancias un compañero de trabajo me habló del Camino de Santiago,  convencí a unas amigas y con sus  consejos y mucha voluntad  nos fuimos un mes entero desde  los Pirineos hasta Santiago andando, en  Septiembre huyendo del calor.

   Mano de santo, vine nueva, no era la misma. Una experiencia fantástica, conocí muchísima gente de todos lados y de todos los pelajes, hice deporte me di cuenta de lo poco que se necesita para vivir, descubrí paisajes, atardeceres, amaneceres, rincones preciosos. Una  gozada de vacaciones nunca hubiera pensado que iba a disfrutar tanto y mis amigas igual me están muy agradecidas, y yo al amigo que me empujo.             Este es  un poco  raro,  un tipo extraño,  es una definición que le cuadra. Se prejubilo hace unos meses  aparece de vez en cuando por la oficina  a saludarnos. Tiene una visión muy particular de la vida  y lo demuestra en su forma  de ser y actuar    no es del todo guapo ni  del todo simpático, aunque un poco tiene de todo, algo charlatán, posee un encanto inclasificable, a mí siempre me ha caído muy bien, desde siempre le tengo un especial cariño, el día que esta alumbrado (y lo está muchas veces) da gusto estar con él. Le estoy enormemente e agradecida por lo del camino,   y  hay mas, ahora te cuento.

                Desde entonces han pasado  seis meses, he levantado cabeza,  recuperado mi círculo de amistades,  encontrado algunas  nuevas, en fin estoy anímicamente  bien. A veces, ellos tienen obligaciones familiares que yo ya he dejado atrás y  alguna que otra vez he ido de paseo  o a la compra sola   como hoy  por ejemplo.   

     Esta noche cuando  volvía a casa de ver escaparates  me encontré con el susodicho compañero, es  actor  aficionado,  se dirigía a representar una obra a beneficio de algo, charlamos  y me  animó a   asistir con la promesa de que al final me presentaría al resto de los compañeros.   Me apetecía ver lo que hay detrás de una obra de teatro, como son los actores después de la  representación, sus conversaciones, sus nervios, cuando repasan los errores en fin el trasfondo de la obra, de modo que acepte. Además era de los días que estaba alumbrado se le veía feliz y contento de estar  conmigo. Tras la obra lo busque en la puerta y cumplió su palabra, me presento a los compañeros estuvimos charlando  mientras se cambian, al final tomamos un aperitivo.  Han sido muy simpáticos, fuimos  los últimos en salir me he sentido importante apagando las luces.

        En el camino hacia  casa hemos cerrado  dos  bares apurando la noche y tomando más cervezas, charlando, riendo,  lo he pasado genial, yo que venía a casa sola a las 10? He regresado a las tres  de la madrugada, alegre como unas castañuelas y con el resultado que ya sabes. Besándonos en el portal.

      Mi hija  ya  estaba pensando llamar a la policía, es la primera vez que regreso a estas horas,  al verme contenta, ha soltado: -ya me contaras. Y se ha vuelto a la cama.  (Vaya por Dios  me ha olvidado darle el teléfono)  Se va a su pueblo  hasta el  domingo que    vuelve para representar la obra, en un hogar de pensionistas,  estoy deseando verle otra vez, con unas ganas que me sorprenden   


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