CRÓNICAS DE NALLIUS NAGER, LENNON.

CRONICAS DE NALLIUS NAGER
LENNON

Tumbado, a pierna suelta, en mitad de un ?campo de fresas?.

Así me encontré con mi mayor deidad de pubertad y de mi vida; -hola John? ¿Cómo marchas en ésta tierra de paz? -le pregunte con el gran entusiasmo que sentía en esos momentos-.
-La verdad seria mentirte, pero mentirte no me serviría de nada en éste lugar de flores y retratos de nuestros más preciados deseos.
Estoy aquí con mi gente, esperando con calma a los que aun están por llegar para unirse a nuestro amor para siempre.

Hablando con John te das cuenta de la paz que emanan sus palabras, mucho mas calmosas que fueron en su vida mundana allá abajo en sus esquizofrenias constantes, pero que fueron la base de su leyenda.

Aquí en ?Nallius? era uno más de los artistas invitados, eso si para nada un numero, como en muchas ocasiones ocurre en nuestro mundo.
Ésta dimensión es distinta a todo lo que podamos imaginar. Todo lo malo que abajo hubieses sido aquí era perdonado y premiado con los placeres más intensamente agradables que creamos posibles.

Continúe departiendo con mi primer ?gurú?, era un verdadero placer estar escuchando las palabras de aquel personaje que había llenado mi vida enseñándome el camino de la verdad.
Al cabo de un rato llegamos a un punto que pareció molestarlo de veras, le pregunte por la música de hoy en día, que opinión le merecía, a lo que me contesto:
-se acabo? ya no hay melodías, ni músicos que llenen de paz y amor a la gente mundana.
Ya no hay jardines floridos durante todo el año, ni palomas mensajeras volando hacia Vietnam.
Feliz estoy de ver que mis hijos siguieron mis pautas, pero no sois realistas con ellos? ¡son los hijos de Lennon!, y eso en vuestro mundo es un verdadero problema.

Mi filosofía se extingue, todavía quedan mis canciones, que desde aquí me preocupo de mantener vivas para gente como tú, que cuidáis de no echarlas en el olvido.

?Mientras más realidad enfrentamos, más nos damos cuenta de que la irrealidad es el programa principal del día?? dicho esto se despidió de mi subido en un pony.