Corazón, cerebro y tontuna

A las personas se les puede catalogar de mil maneras, pero a mí me gusta verlo así. Tres clases de personas. 

Personas con corazón, apasionadas, se dejan llevar, pero no piensan demasiado.

Personas con cerebro, inteligentes por naturaleza, (no hay que confundir inteligencia con la capacidad de acumular información) más calculadoras, siempre tienen un plan, pero son más frías.

Obviamente, todo el mundo tiene corazón y cerebro, no hablamos de anatomía humana, pero, si no tienes ni idea de lo que hablo, tu eres de los terceros. ¡TONTO! Me sobras, no te aguanto. Por desgracia sois más comunes. Hay muchas clases de tontos, pero ningún tonto con clase. 

Me gusta pensar que de la combinación de corazón y cerebro nacen grandes personas, conscientes de su entorno, y consecuentes con sus actos. Por desgracia son los tontos los que acaparan el panorama mundial, y la culpa no es solo suya. La culpa también es de gente con cerebro y sin corazón, quienes se encargan de que los tontos no avancen utilizando todo tipo de argucias desde las alturas. Entonces, los tontos se quedan tranquilos normalizando su situación, mientras que están siendo utilizados para engañar tanto a gente con corazón, como a más tontos.

No apoyes la tontuna ni la decadencia. Ten una opinión propia, antes de apoyar a alguien sin pensarlo. No quien da más voces, tiene por que llevar la razón. Borra los canales sensacionalistas. Deshazte de la telebasura. No sintonices las listas de las canciones más escuchadas, descubre un mundo inmenso de música con tu propio criterio. Y, sobre todo, quema las revistas del corazón, que hacen buena yesca. Hay grandes escritores que merecen ser leídos.