Cuando los relojes se derriten,
Será que escapé de la realidad,
Y quedé preso casi de una eternidad
el minuto ahora se llamó hora,
Un día que será semana.
No me asusto,
Aunque salte la térmica,
Aunque no sea yo el que la vuelve a encender,
Será simplemente que abriré los ojos
Después de un largo sueño dimensional,
Lleno de realidades paralelas,
Superpuestas,
Puertas que te llevan a otros lugares,
Con todos los sentidos despiertos,
y a nada lo cuestionas,
Las cosas son como son,
Las equivocaciones también son corregidas.
Hasta que la decantación del tiempo
Te trae de vuelta,
Y sientes que despiertas,
No de un sueño,
Vuelves de un lugar remoto, impalpable.
La desorientación se arremolina
Cómodamente hasta que crees saber,
Saber si esta es la verdadera realidad
O la que estuve viendo intermitentemente,
Como una visión divina y verdadera.
Se deja poco a poco
De nublar mi mente y mi mirada
No diré dónde estoy.
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