Todo paso un viernes por la noche, habíamos quedado con un grupo de amigos en un bar cercano, nos pasamos el día de compras buscando nada en especial hasta que llegamos al escaparate de una tienda de lencería y me quede viendo el conjunto que estaba exhibido, era un conjunto precioso, el sostén era negro strapless de encaje con pequeños puntos blancos en las copas, con un liguero diminuto y una tanga a juego, Said se acercó por atrás rodeándome la cintura con sus manos.
- ¿Te gusta princesa?.
- Me encanta.
Tomo mi mano y me metió a la tienda, inmediatamente pedí el conjunto del escaparate, tome unas medias a juego y me metí en un probador, cuando me vi en el espejo casi se me sale un grito de asombro al ver a la mujer que me devolvía la mirada, tome mi celular y le mande una foto, inmediatamente recibí respuesta "tráelo para que te lo lleves ya estoy pagando" sonreí al espejo y me apure a salir.
En cuanto llegamos al apartamento me aprisiono contra la pared y me beso con pasión, recorrió cada parte de mi cuerpo con sus manos y cuando quiso empezar a desvestirme me retire con una sonrisa picarona.
- no mi amor, hoy vas a tener que esperar hasta la noche. Me gusta cuando tomas unas copas y te pones más cachondo.
- Después de la foto que me mandaste no me puedes dejar así.
Me acerque lentamente y volví a besarlo, toque su erección por encima del pantalón y lo desabroche lentamente, me puse de rodillas y comencé a pasar mi lengua por toda su verga, lamia la punta y luego la metía hasta el fondo, sus manos estaban sobre mi cabeza y me empujaba para que llegara más adentro mientras embestía mi boca, le chupe las bolas mientras lo masturbaba hasta notar como empezaba a tensarse así que me lo metí de nuevo a la boca y acelere el ritmo hasta que sentí como llenaba mi boca con todo su semen.
- A ver si con eso aguantas guapo, yo me voy a bañar.
Me fui riéndome de la cara que tenía por haberlo dejado parado a media sala con los pantalones abajo después de habérsela chupado hasta que se viniera en mi boca.
Me puse un vestido sin mangas que me llegaba apenas arriba de la rodilla tacones negros a juego y debajo mi conjunto nuevo.
Cuando llegamos al bar pude sentir más de una mirada descarada y sonreí por lo bien que me veía, saludamos a todos y pedimos las primeras copas, pasado un rato llego Alberto con la que presento como su prima Raquel, en cuanto la vi ya no pude quitarle los ojos de encima, llevaba una mini falda a medio muslo con una blusa blanca donde se transparentaban unas tetas deliciosas, cabello negro suelto hasta los hombros, piel aceitunada y estaba buenísima, trate de disimular lo caliente que me ponía nada más verla pero buscaba cualquier excusa para acercarme y rosarla un poco, empezamos a platicar y a coquetear descaradamente acariciándonos los brazos y el escote, ella se me acerco más y me dijo al oído ?que buena estas Rebeca? Said se dio cuenta de lo que pasaba y se acercó para abrazarme por atrás pegándome su erección en la cadera, como estábamos de espaldas a los demás y la única que nos veía era ella aprovecho para tomarle las manos y llevarlas a mis pechos para masajearlos un poco, ella se pegó a mí y yo caliente como estaba subí mis manos y toque los suyos, cerró los ojos un segundo y se apretó contra mis manos.
- ¿Me llevan a mi casa?.
- Claro cuando quieras.
- Solo voy al baño y nos vamos.
Nos giño un ojo y se alejó perdiéndose entre la gente.
- Un día me vas a dejar por un par de tetas.
- Claro que no mi amor, solo quiero ver cómo te la chupa y luego te la coges. - Inmediatamente sentí como su erección se hacía más dura.
Nos subimos a un taxi y los tres nos acomodamos en el asiento trasero quedando yo en medio, en cuanto arranco cada uno me tomo una pierna y las jalaron hacia ellos quedando ligeramente abiertas, comenzaron a acariciarme de arriba abajo pasando los dedos por las medias, Said me tomo la cara y me beso con fuerza mientras Raquel llegaba más arriba en mi pierna, yo suspiraba y metía mi mano entre sus piernas tratando de llegar al fondo, cuando termino de besarme movió mi cara hacia el otro lado y la boca de ella se unió a la mía, era delicioso sentir sus labios suaves y su lengua fuerte dentro de mi boca con sus dedos mojándose en mí, estaba a punto de empezar a gemir cuando por fin llegamos a nuestro apartamento. Bajamos con prisas y apenas y me dieron tiempo de cerrar la puerta cuando ya me tenían en medio de los dos, Said a mi espalda y Raquel enfrente, me desabrocharon el vestido y lo dejaron caer a mis pies, ella me besaba y pellizcaba mis pezones para luego lameros y darme pequeñas mordidas, el masajeaba mis nalgas y metía sus dedos para masajear mi clítoris haciendo pedazos mi tanga, yo me dejaba hacer sintiendo las caricias que me regalaban, la desnude y la deje con su precioso conjunto blanco de encaje no me resistí y le quite el sosten para poder lamerle esas tetas enormes hasta que sus pezones estuvieron duros, me di la vuelta y bese a mi hombre con una pasión desesperada, él ya tenía los pantalones abajo y su verga dura se me hizo más deliciosa que nunca, me arrodille y se la chupe fuerte, ella se arrodillo junto a mí y empezamos a turnarnos, yo lo miraba y me deleitaba viéndolo con la mirada llena de lujuria y la boca entre abierta, me aleje un poco y me toque viéndolos, cuando estaba a punto de venirse se alejó de su boca y la llevo al sillón donde la puso en cuatro, de un jalón le arranco la tanga y le metió dos dedos.
- Acércate para que la putita te chupe la panocha.
Me recosté y me abrí de piernas para ella, cuando sentí el toque de su lengua una corriente me recorrió completa y nuestros gemidos se mesclaron en el silencio de la habitación, Said me miro a los ojos y la penetro fuerte de un solo golpe, sus gemidos se convirtieron en gritos de placer y su boca me succionaba más rápido, nuestros ojos no se separaron ni un minuto mientras se la cogía frente a mí y veía como metía su lengua entre mis piernas. El calor me subía por las piernas y supe que mi orgasmo estaba a punto de llegar, él se dio cuenta y salió de ella, se sento en el sillón y me puso sobre él, moví mis caderas adelante y atrás mientras ella me besaba y él se aferraba a mi cadera y entonces sí, tuve un orgasmo tan fuerte que me desplome sobre el sintiendo como me llenaba y escuchando como ella se venía junto a mí.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales