Alicia...

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Alicia, una chica preciosa, de piel blanca, cabello negro hasta la cintura, 1.75m de altura, caderas anchas, culo respingón, cintura pequeña y senos grandes talla 40, en si, como llamamos en Venezuela un mujerón. Compartimos bastante en la universidad pero nunca paso nada más que un flirteo ocasional.

Pasados ya varios años de habernos graduado, coincidimos en una fiesta. Estaba igual de bella, hasta mas interesante por sus 33 años que le sentaban muy bien. Andaba con una falda blanca a la mitad de sus muslos, tacos altos y una camisa con escote. Al caminar llamaba la atención de todos, por su espectacular figura y su altura. Mido 1.90mts y cuando nos saludamos estaba casi de mi tamaño.

Entre tragos, anécdotas y baile, en medio de la platica caímos en el tema de parejas y comenzamos a hablar de como nos había ido en ese campo, ambos estábamos divorciados, señal de que no nos había ido tan bien como esperábamos. Mientras bailábamos, el roce de su espectacular culo y sus pechos presionados contra mi cuerpo me provoco una erección, que en medio de la pista ella noto y no perdía oportunidad de restregarme el culo sobre mi bulto. Nos fuimos a la mesa donde estábamos y por debajo del mantel comenzó a acariciar mi pene y de repente me planto un beso en los labios y me dijo:

-vamos a cerrar la noche con broche de oro, vámonos de aquí-

A lo que obedecí de inmediato.

Fuimos por mi carro y al subirnos, la temperatura subió también, en medio de besos y caricias habían pasado unos minutos y aun no encendía en coche. Le dije:

-vámonos a otro sitio-

Encendí el motor y arrancamos. En cada parada no perdíamos oportunidad de besarnos y acariciarnos. En un semáforo en rojo, abrió mi cremallera y libero mi mástil y sin pensarlo lo metió en su boca hasta donde pudo. No note cuando cambio la luz a verde y el coche que venia detrás comenzó a pitar. Como pude arranque y Alicia no dejaba de recorrer mi pene de arriba a abajo con sus labios?

Wow? lo hacia con una habilidad impresionante. Le dije:

-Para que estoy por correrme-

A lo que respondió aumentando el ritmo metiéndolo hasta su garganta hasta que me corrí dentro de ella. No dejo escapar ni una gota. Tuve que estacionarme un momento porque no podía manejar mientras terminaba sus labores de limpieza. Al ella terminar, se acomodo en su asiento y riendo pícaramente me indico que continuara.

Llegamos a un auto motel como a los 10min, al entrar a la habitación, no estábamos devorando uno al otro y despojándonos de la ropa mutuamente. Al estar ella en ropa intima me separe un momento para contemplar semejante belleza, que hermosura de mujer tenia ante mí. Me dijo:

-Recuéstate por favor-

Y parada sobre la cama, de manera muy sexy se quito lo que le quedaba de ropa, luego se puso de rodillas dejando mi cara entre sus piernas, agarrándose del espaldar de la cama, de inmediato comencé a comerme ese coñito depilado como si de ello dependiera mi vida. Mientras le lamia el clítoris, con una mano acariciaba sus pezones y con el pulgar de mi mano libre penetraba su vagina desde atrás, no tardo mucho en correrse sobre mi cara, se apretaba los senos con fuerza por encima de mi mano.

Me deslice por debajo de ella y ella quedo de rodillas agarrada del espaldar de la cama, la hale un poco por la cintura para acomodarla mejor y comencé a acariciar su rajita con la punta de mi pene, aun estaba sensible por el orgasmo que acababa de tener y con cada roce se estremecía, recorría sus labios vaginales de arriba a abajo abriéndolos un poco y de un golpe se la metí hasta el fondo.

Sus gemidos no se hicieron esperar y con una mano en su hombro y la otra en su cintura comencé a taladrar su vagina. En un vaivén lento pero profundo. Quite la mano de su cintura y comencé a acariciar su clítoris mientras la bombeaba con mi pene. Así en cuestión de segundos tuvo otro orgasmo. Se soltó del espaldar de la cama y bajo su cara hasta la almohada y con sus 2 manos libres se abría las nalgas. Que espectacular vista.

Mientras seguía fallándola lleve mi pulgar izquierdo a su boca y con su saliva lo empapo, ya lubricado comencé a frotarle el ano, y poco a poco le metí mi dedo. Podía sentir el paso de mi verga por su vagina a través de las paredes de su ano, comenzó a gemir y se corrió de nuevo. Saque mi pene de su concha bañado de sus fluidos y puse la punta en la entrada de su culo y comencé a hacer presión lentamente, hasta que su ojete dio paso a mi glande.

Muy despacio fui avanzando dentro de su culo con cada movimiento iba introduciéndolo un poco mas. Ella estaba temblando un poco, y comenzó a moverse haciendo que entrara mas rápido de lo iba metiéndole, contraía su ano un poco y sentía como un anillo recorriendo la longitud de mi pene. Así continuamos hasta que mis bolas golpeaban con su vagina en cada embestida. Gemía muy fuerte mientras habría sus nalgas, comenzó a decirme:

-¡¡¡Dame mas duro!!! ¡¡¡Rápido por favor!!!-

La tomé del cabello como si fuesen unas riendas y comencé a embestirla rápido y con fuerza hasta que llegamos al clímax a la vez.

Ese fue el mejor reencuentro que he tenido.


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