Denunciar relato
En el punto más alto de la melancolía allí donde se sumerge el odio la felicidad y un esmero tardío, en donde el cuerpo trata de sobrevivir, de tomar algunos sorbos de aire, de ver el sol al medio día y de noche ver el firmamento, la luna y sus estrellas decorando a buenos y malos.
Ese es mi momento y me apetece volver por ratos, me gusta, me sumerjo y navego, sin miedo alguno.
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