La doble muerte

Otra vez me invaden esas ganas terribles de matarte... De tomar otra vez en mi mano el cuchillo carnicero y hundirlo lento por tu cuerpo.
Quiero ver brotar la sangre... que su aroma enerve mis sentidos, quiero envolverme en el suave calor que desprende al salir de ti. 
Quiero... ¡Quiero!
Y ese querer me desquicia más rápido que lento, y sigo queriendo... Queriéndote, queriendo...
Dejaré que mi mente divague un poco, que mis manos recorran de nuevo tu cuerpo tan lento como sea posible, haré que mis labios al rozar tu piel hagan de los tuyos un gemido audible, me miraré de nuevo en tu negra y profunda mirada... Me perderé de nueva cuenta en cada instante de placer vivido a cuentagotas...
Llevaré esas súplicas a gritos que desgarren mi alma, que me hagan regresar al infierno del que nunca debí salir...
Tiemblas al verme y con solo un roce de mi mano tu cuerpo me desea, por horas nos llevamos mutuamente al suplicio de ser y no poder, nos entregamos al vaivén que nuestros cuerpos añoran cuando no estamos juntos...
Quiero... Quiero... ¡Quiero!
Quiero volver a verte así de nueva cuenta, suplicando mi presencia, suplicando clemencia cuando mi miembro erecto baña por completo tus entrañas...
Quiero... Quiero...
Quiero sentir de nuevo el suave roce de tus manos aferrándose a mi cuerpo pidiendo perdón por el daño cometido,  quiero ver en tu rostro el rictus de dolor al saber que mi alma engañada no perdona... Quiero que te hundas en la mirada que algún día te veneró como a una diosa y que llena de odio es capaz de desollarte viva.
Tomaré de nuevo ese cuchillo carnicero y lo hundiré tal vez más lento que la primera vez... Quiero sentir como penetra suavemente entre tu carne, supurando el veneno que tu sangre traicionera tiene... Cortaré uno a uno cada trozo de dolor que tu piel me infligió... Arrancaré lentamente cada orgasmo mentiroso que en tu vagina se acunó... Enterraré en tu corazón el amor que mataste a traición... De tu cuello llenaré la copa con la sangre que lava mis penas y la beberé a tu salud y a la mía...
Será tu doble muerte la que me lleve al infierno prometido y ahí te encontraré y te haré el amor como en vida te lo hice...
Quiero... Quiero... ¡Quiero una doble muerte para mí también! a tu honor me mato solo; que tú, tú ya has matado mi espíritu.

Malu Ramírez