Denunciar relato
-No la soporto - decía él -, sólo piensa en sí misma, es arrogante, cree que lo sabe todo, cree que siempre lleva la razón...
-Si eso es así - le dije yo - ¿Por qué no puedes dejar de hablar de ella? ¿Por qué no puedas ni tan siquiera dejar de mirarla?
En aquel momento él calló, y en su mirada pude ver que se había dado cuenta de algo muy importante. Algo más importante que todo lo demás.
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