Para le depresión visite InfoTrabajo /Parte 1
Para qué habría que poner el despertador a una hora decente de la mañana si siempre hay algún idiota que decide adelantarse a este aparato inventado para subyugar a la gente y amargar su existencia. En esta ocasión la iluminada era una señorita que me informaba de la preselección para un trabajo, al preguntar de que se trataba esta oportunidad mañanera, su respuesta fue contundente: es un trabajo de futuro en el que ganarás un sueldo digno y que no te quitará mucho tiempo.
Tras dar el Ok y apuntar la dirección para la primera entrevista, me hice un café y pensé: esta tía es una jodida embustera. Voy a sacar del armario la ropa de las entrevistas y a ver dónde coño está la dirección que me ha dado esta payasa, si mal no recuerdo creo que me ha dicho que no estaba muy lejos de la dirección que tengo puesta en la página web de InfoTrabajo.
Un café y dos cañas me costó encontrar el supuesto edificio de oficinas, lo primero que pude apreciar es que era una mierda de construcción con un portero que se cree importante y no llega a ser una mierda pinchada en un palo sin moscas alrededor de lo gilipollas que era. Me hizo hasta pasar por un detector de metales, no vaya a ser que lleve una pistola y quiere cargarme a la flor y nata de los empresarios de este país.
Al subir a la oficina, un apartamento reformado con cuatro sillas y mesas para que pareciera algo serio, pude identificar la voz que me había despertado esta mañana: una mujer en avanzado estado de gestación y con los tobillos hinchados como botas:
- ¿Le llamamos esta mañana? Me pregunta con un tono agudo y molesto
- Exactamente querida
- Muy bien, siéntese allí y espere un momento.
La bella embarazada había eclipsado a una serie de jóvenes sentados en sillas de colegio y centrados en unos papeles. Según pude comprobar más tarde, esta primera toma de contacto es para hacer un test de aptitud y un pequeño cuestionario. Cuánto daño están haciendo los psicólogos y demás pseudoexpertos a la sociedad. Cuatro mierdas rápidas en el test y cara de necesitar el dinero.
Tres horas después me llama la señorita embarazada diciéndome que mañana me esperan para un día de prueba, que esté a las ocho de la mañana. A la mañana siguiente en el rellano del susodicho apartamento pude encontrar a un joven sentado en las escaleras con el que no dudé en entablar conversación. Un buen chaval, David creo recordar que se llamaba, el tío se notaba que estaba muy verde en esto de la vida. A pesar de su edad, David era un tío grande y bastante musculoso (acorde con la moda de los jóvenes) con una mandíbula totalmente cuadrada cubierta por una barba de tres días; lo más simpático de este chaval es que iba con una libreta para tomar apuntes.
- Tengo que apuntarlo todo, es la primera vez que me llaman de InfoTrabajo y nunca me habían seleccionado.
- ¿Es tu primer trabajo? Le pregunté
- Estuve unos días de camarero en las fiestas pero es la primera vez que me seleccionan en una entrevista. Cuando se lo he comentado a mi padre me ha dicho que no me fíe.
- Un tío listo tu padre.
La puerta de la ?oficina? se abre y podemos comprobar cómo éramos cinco los que iban a ponerse a prueba durante este día. Nos presentaron a nuestros supuestos tutores personalizados, nos dieron una hoja para que fuéramos apuntando el método y nos invitaron a realizar una jornada con todo ellos; por cierto ninguno superaba los 30 años.
Al bajar al portal del edificio me presentaron a Tomás (mi tutor), a Juan (el tutor de Daniel) y a dos que no recuerdo el nombre pero uno era un tío alto con experiencia en esto y otro era un jovenzuelo estúpido que era feliz por el simple hecho de ir al trabajo. Nos subieron en un coche y nos comentaron que íbamos a realizar una campaña de comerciales a puerta fría de una afamada compañía de energía.
- Nos podían haber avisado antes de que esto es un día de trabajo.
- Hoy no realizarás tareas de comercial, estarás junto a mi todo el rato para ver cómo funciona la empresa.
Tras veinte minutos de charla insulsa acerca de fútbol y videojuegos llegamos a un pueblo del extrarradio, dividido previamente en cuadrantes, nos ponemos manos a la obra. La primera en la frente bien dada, un hombre enfundado en sus abanderados sucios nos quería dar una hostia por joderle el polvo, el resto de puertas ni se abrieron.
- No te preocupes, esto no es lo más normal. Mira ahora que hemos hecho el primer edificio te cuento como tienes que dibujar y apuntar los edificios por los que hemos pasado, las puertas que se han abierto y los clientes que nos han atendido. Así conseguimos establecer un patrón y una pequeña base de datos para saber dónde tenemos que ir cuando volvamos otra vez a esta población.
- Muy inteligente todo. Aprovechando que mi letra es totalmente inaccesible para el género humano hago como que escribo y sólo pongo garabatos.
- Vamos a ver si hay suerte en el siguiente edificio. Me dice mientras coge su carpeta y se lía un cigarro.
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