Química (I)...

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Mientras dejaba las cosas recién llegada a casa, no dejaba de pensar si llamarle o no. < ¿Cúanto hace que nos conocemos?, un año? No somos muy íntimos, pero nos llevamos bien aunque no deje de pincharme, así que?, sí, le llamaré en cuanto me ponga cómoda>. Sentada frente al ordenador, descolgó el teléfono aprovechando que sus padres estaban en la sala y no podían molestarla. Hablaron como si se conocieran de toda la vida y cuando se quiso dar cuenta llevaban cuarenta minutos?, pero en realidad habían parecido cinco.

Álvaro era un conocido, porque no creía que fueran realmente amigos, de su novio con el que ya llevaba casi tres años; este último, lo habían pasado con un nuevo grupo en el que Álvaro parecía ser el alma de la fiesta. Acababa de quedarse soltero después de que su novia, qué vivía a cientos de kilómetros, pusiera punto y final a todo. Cuando Julia la conoció hacía ya unos meses, se quedó bastante sorprendida. No entendía cómo él, alto, guapo, simpático y tremendamente divertido?, podría haberse fijado en ella. < ¿Qué demonios ha visto en Carmen? < Vale que yo no soy Charlize Theron, pero estoy bastante mejor que ella>. No pudo evitar sentirse culpable por ese ataque de malvadez envidiosa, pero si no podía ser sincera con ella misma, ¿con quién? Julia siempre había querido ser la más guapa, la que más gustara, la que captara toda la atención?, así que no se planteó que aquella reflexión más propia de una víbora, fuera por nada en concreto.

Una semana después, ambos estaban frente al ordenador chateando, y Álvaro seguía en su línea de incordiar. < ¡¿Pero por qué lo hace?! Solo le falta tirarme de la coleta?, parece que estemos en el patio del colegio>.

-Ya te estás pasando, ¿no podemos llevarnos bien? -No quería parecer enfadada, pero le cansaba ya ese trato. Miraba a todas las chicas, hacía comentarios sobre ellas y parecía no haberse percatado de que ella también era una chica?, aunque emparejada sí, pero chica al fina y al cabo. < ¿Acaso no tiene ojos para mí? Nunca le descubrí mirándome>.

-¿Qué dices? ¿Te molesta? Solo estoy bromeando, pensaba que lo sabías.

-Con las demás no eres así.

-Así?, ¿cómo?

-¡Pues ya sabes! Fastidiando todo el rato? -No sabía por dónde escapar. < ¡Al final va a creer que me gusta!>.

-¿Acaso no te das cuenta? -Julia abrió los ojos como platos, los puso en blanco, los dio miles de vueltas y volvió a leer intentando ver qué se le estaba escapando-. Me gustas.

Ahora sí, oficialmente se había quedado paralizada y tendrían que venir los bomberos para que tuviera algo por lo que apartar la vista de la pantalla. < ¿Qué? O sea?, ¿Ququééééééééééééééé? ¿Cómo? ¿Cuándo? Nunca me mira, de hecho parece reunirme. Ohhh?, no, no puede ser, sigue vacilándome>.

-Ya vale por favor, ahora sí que te has pasado. No tiene ninguna gracia ¿sabes?

-Jajaja -Julia creyó pensar que ahora ya estaba riéndose de ella abiertamente, pero solo leía, no podía oír el tono de sus palabras y a lo mejor era una risa nerviosa. < Que no, que no, que nooo?, ¡no puede ser!>-. ¿Crees que estoy bromeando con algo así? No me tomes el pelo.

-Nunca me miras, ambos sabemos que eres un cerdo y?, ¡nunca te he pillado mirándome!

-dejando a un lado esa afirmación, ¿alguna vez has intentado llamar mi atención? ¿Es eso lo que quieres decir?

-Si lo que dices fuera verdad no necesitaría llamarla ¿no? -Ahora sí que no sabía por dónde escapar. < No me está viendo a través de este aparato infernal ¿no? ¿nooooo?-. En serio, no sigas, ya hablaremos ahora no puedo.

Necesitaba salir de ahí, poder volver a leer la conversación y ver dónde se había perdido o metido la pata. No tenía ni idea de qué diantres estaba hablando. Se puso en pie y comenzó a andar en círculos por la diminuta habitación, aún dudaba si él podía estar viéndola, así que decidió salir pasillo; cuando volvió se encontró con varios mensajes y Álvaro aún conectado.

-Espera, por favor, tenemos que hablar de esto antes de vernos mañana con todo el grupo.

-¿Hola? ¿Sigues ahí? Por favor no te vayas Julia.

-Eh ¡venga! Ya sabía que no te lo tenía que haber dicho, estás con Sergio y he sido un idiota pensando que quizá podría gustarte; pero siempre te ríes tanto con mis gracias tontas?

-Sigues conectada, tienes que estar ahí?

-No pienso rogar más?

-Venga por favor, ahora sí que estás siendo tú la cruel, ¡no te dicho nada que no fuera verdad!

-Perdona han venido mis padres. -Ya que no podía verla ni escucharla podría mentir sin que se enterara ¿no?-. Creo que es mejor que olvidemos todo esto, nos veamos mañana con todos y actuemos con normalidad.

-Julia, Sergio estará allí y no se cómo me sentará veros juntos?, esto tenemos que hablarlo los dos solos.

-¡¡Llevas viéndonos juntos un año!! No me vengas con esas.

-Pero tú no sabías lo que pensaba cada vez que te veía, y yo sabía que tú no lo sabías? ¡Ahora me mirarás de manera diferente! En serio, tenemos que vernos. Mis padres se fueron al pueblo, voy a buscarte, y hablamos esto en casa tranquilamente.

-Tengo que hacer cosas antes de ir a cenar con Sergio, no puedo. Mañana nos vemos.

-Por favor no me dejes así, no puedo verte con todos como si esto no hubiera ocurrido. Te acompaño a hacer todas esas cosas que dices que tienes que hacer, solo dime dónde y cuándo. -No parecía querer rendirse, así que Julia accedió en verse en una hora en el centro comercial.

< ¡¿Qué he hecho, qué he hecho!? Tranquila, no te gusta, está bueno sí?, pero no hay química. ¡¡Eso!! No hay química, gran argumento. Hablaremos como dos personas adultas y mañana estará todo olvidado>. Se puso lo primero que encontró, no sea que pensara que se había arreglado para él, y salió corriendo al metro para no llegar tarde.


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