Fiesta sin ti

Sí, había montado una fiesta y no le había invitado. Estaba enfada con Carlos, habíamos discutido y no quería verle, así que para animarme y vengarme preparé una fiesta a la que invité a todos mis amigos. Me sentí mejor al hablar con mis amigas pero como también había invitado a sus novios, ellas se pasaron la noche con ellos. Extrañaba a Carlos, vale, pero era demasiado orgullosa. Pensé en llamarle pero mi mente siempre me dice que no lo haga, porque suplicar es caer demasiado bajo. Cuando después de intentar resistirme ya tenía marcado su número, petaron a la puerta. No faltaba nadie, ¿quién podía ser? Recorrí el pasillo y abrí la puerta.

-¡Carlos!- dije sorprendida.

-Siento molestar, quería estar contigo- me abrazó- no me gusta discutir.

Nos besamos apasionadamente. Ya nadie recordaba por qué habíamos discutido, por una tontería seguramente. Me aprisionó contra la pared ferozmente y cerró la puerta con el pie.

-Carlos,- susurré entre besos- están ahí mis amigas con sus novios.

-No importa, están con ellos, ¿no?- contestó con una sonrisa pícara.

Me apretó contra sí y noté su bulto, que me excitó. Le mordí el labio y él me bajó los pantalones.

-No podemos-le dije.

Pero él siguió desvistiéndome y yo hice lo mismo con él, contrariándome a mí misma.

-Será rápido entonces- me dijo mientras me dejaba sólo en sujetador. 

Nos besamos de nuevo riéndonos. Yo lo abracé con las piernas y mis brazos a su cuello. Carlos me penetraba dulcemente mientras me daba suaves besos. Notaba cómo las paredes de mi vagina se adherían a su grueso pene y se me escapó un gritito. Me besó para callarme y me daba cada vez más duro. 

-Me voy a...- dijo sin terminar.

Me penetró tan duro que me dolió. Solté un fuerte orgasmo y llegamos juntos al clímax.

-¿Ninfa, estás bien?- preguntó Lorena.

-Mejor que nunca, ¿por qué?- contesté sonriéndole a Carlos. Me dió un suave piquito y nos vestimos. Llegamos al salón:

-Mirad, ha venido Carlos- lesanuncié a mis amigos con una radiante sonrisa.