Denunciar relato
Al salir al patio, con una taza de café y en bata guajira, se sentó en la butaca de madera, y se acordó que fue en un tiempo feliz, desparpajada, con ciertos rasgos de una locura que extrañaba, como si tuviera otra oportunidad, como si la soledad tuviera cura, y fuera dueña de su voluntad.
Cuando termino su café volvió a la realidad, se había casado con aromas de albahaca, con recuerdos de otra vida, cuando la vi en ese estado, me causo gran curiosidad por entrar por esa puerta cerrada por los años.
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