En el cine.

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Estaba cansada, cada que íbamos al cine tenía que dejar que él metiera su mano en mi blusa, por lo consecuente siempre había la oportunidad para pagar aquella película que no veríamos por besarnos.

No estoy segura de que me pasaba con él, si me excitaba lo que hacía, pero siempre estuve en la faceta de niña buena, cuando entramos a "ver" la película, noté que la sala estaba vacía... podíamos follar en ese preciso instante y nadie lo notaría... él volteó mi rostro instantáneamente para besarme.

Me quede anonadada y le seguí besando, sus manos fueron directamente a mi trasero y yo recorrí mis manos por su escultural torso... cuando decidí que quería ver la película, y deje de besarle, puse mi mano "inocentemente" en su pierna.

El la acariciaba, pero con cada movimiento, subía un poco más a su miembro... 

-¡Al carajo!- gritó y me tomo el rostro por ambas manos, me besó desesperadamente y mordió mis labios hasta el punto de un repentino sangrado, el dolor, las pulsaciones eran completamente indescriptibles, no sé que avivó en mi, que abrí su pantalón y metí mi mano sigilosamente en su miembro erecto. 

Me siguió besando.

-¡Auch!- susurre...

Sus manos subieron el diminuto vestido que llevaba y metió sus manos en mi tanga, apretando mis nalgas. Yo seguía acariciandolo, mientras él succionaba mis pechos.

Empezó a tocar mi clítoris.

-¿Qué haces?- gruñí.

-¿Quieres que entre más? Cuenta mis dedos, me quedan nueve para profundizar.- eso me excitó bastante, poso nuevamente sus manos en mis nalgas, cargandóme para posarme encima de él. Su miembro estaba duro, flamante... me quede quieta, a pocos centimetros de dejar que me embistiera.

Él estaba bastante sorprendido de mi aguante, sólo quería excitarlo aún más y lo logré. Sentí como el.movío su cadera hacia arriba, metiendomela toda, me quede quieta y lo sentí de nuevo... una de sus manos tocaba mi pecho y con la otra me tomo la barbilla... me acercó a sus labios mientras mordia canivalmente los míos... El dolor me causa placer, no lo había notado.

De pronto, sin darme cuenta... Me corrí y él también... nos quedamos en aquella pose unos cuantos minutos.

Las luces se prendieron, simultaneamente, y nuestra respiración aún estaba agitada... Escuchamos pasos, me quité de encima de él y me acomode la falda. Mientras bajamos las escaleras de la sala, él me tomo por la cintura y me susurro algo al oído.

-Me encantó la película- sonrió iluminadamente, con algunas manchas rojas en los labios, tome los míos y estaban casi destruidos, sonreí.


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