Denunciar relato
Declino una estrella por la lisura de su mejilla, albor de inocencias frágiles; el fuego de mi voz se apago bajo el efecto de aquel universo oceánico y me perdí, me perdí en la profundidad de sus aguas, despertando al dolor compartido que hendía nuestro amor dividiéndonos obligatoriamente en dos otra vez. Nada queda de aquellos años inseparables ni del latido único y profundo que redoblaba las ansias de vivir de nuestros corazones. Me perdí en una soledad desacostumbrada incapaz de reconocer y valorar mi propia compañía.
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