CRISIS
El dinero no da la felicidad ¿Cómo que no? No sé vosotros, pero, para mí, el tener estabilidad económica, poder garantizar el futuro de mis hijos, mantener a mi mujer contenta y no vivir el día a día sofocados por el estrés de llevar un plato de comida a la mesa es sinónimo de felicidad. ¿Qué tenemos sin dinero y sin trabajo? Os lo digo yo: Nada. O mejor dicho, algo tenemos: deudas interminables, niños con hambre y familias destrozadas. Me he visto obligado a renunciar a todo, a humillarme y pedir ayuda para ser rechazado una y otra vez, a ver cómo mi familia se desmoronaba y me quedaba sólo, hecho polvo. Y cuando la bebida es tu única fuente de escape, te das cuenta que has caído en la miseria, que no hay vuelta atrás y que la esperanza es sólo otro cuento de hadas.
Entonces terminas escribiendo tus disculpas o, quizás, tus quejas sobre este mundo, en un papel con letra temblante y los ojos rojos por haber desgastado hasta la última lágrima de resignación, luego con una cuerda alrededor de tu cuello, sobre una silla de pie, cierras los ojos, respiras hondo y...saltas hacía la oscuridad.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales