Denunciar relato
Por la longitud de los días observamos que, el verano, lo tenemos encima. Y, esta es la estación propicia para si no lo estamos, volver a enamorarnos.
Es tiempo de mirar las pieles y de ilusionarnos. De soñar sueños y de inventar quimeras. Tiempo de suspiros y de lucir con alegría cualquier colorido.
Verano largo, tibio y aventurero. Comienzo de amores nuevos.
Historias que se viven y que no llegan más que a quedarse, en el archivo de la memoria, grabadas.
Historias de olas de mar trasnochadas. Noches de luna esparramada, de besos robados y de abandonarse en el baile de los cuerpos.
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