- Sabes que no podemos hacerlo cerca de la orilla... nos pueden ver y hay demasiada gente.
Erik siempre era igual de soso. No se atrevía a jugar más allá de la habitación o como mucho del sofá... Mi vida sexual estaba totalmente estancada y necesitaba cambios y él no hacía nada.
Recuerdo que era 14 de Febrero, el ansiado San Valentín, y mis amigas siempre salían esa noche a celebrar su soltería y este año me apunté, ya que Erik trabajaba de noche.
Fuimos a cenar a un bar algo cutre, rodeado de parejas dándose amor, mientras las tres solteronas y yo hablábamos de lo inepto que son algunos hombres.
Antes de que llegara el postre me fui al baño, me equivoqué y entré en el servicio de los hombres y había uno lavándose las manos... Por supuesto me disculpé (siempre soy igual de torpe) y el chico empezó a reírse al ver mi cara roja.
Al salir de mi baño lo vi en la barra tomándose una cerveza con un amigo, y la verdad es que este chico era realmente guapo y cuando lo miraba, me causaba un extraño ardor en mi sexo que no podía ignorar.
Al acabar los postres nos fuimos a un pub a tomar algo, y cual fue nuestro asombro: la decoración. Corazones, velas en forma de corazón... todo demasiado empalagoso y por suerte encontramos un sofá vacío, ya que todos estaban rodeados de parejas.
Nos pusimos cerca de la puerta y controlábamos quiénes entraban o salían del local y apareció el.
Me miró y me sonrió y yo le devolví el afecto y volví a sentir ese ardor tan peculiar...
Mis amigas me preguntaron pero no conté nada, ya que no quería darle más importancia de la que tenía, hasta que fui a la barra a pedir otro gintonic y estaba él en la barra, esta vez de camarero.
- Vaya, veo que me estás siguiendo. Dijo
- ¡Me estás siguiendo tú!
- Trabajo aquí, soy Luis, encantado. Me dio la mano.
- Yo soy Tere, y bueno, pues he venido a tomarme algo con esas mujercitas que cuchichean a mi espalda...En fin, ponme un gintonic.
Al darle el dinero nuestros dedos chocaron, y como si de una adolescente se tratase me sonrojé, y al darme cuenta me giré tan rápidamente que me choqué con una chica que pasaba, y al caerse mi bebida me incrusté un cristal en un dedo.
- ¡Nena! ¡Siempre igual! ¿Estás bien? Mis amigas se acercaron en seguida y yo no podía andar.
Luis me cogió en brazos y me llevó a su sala de descanso dónde tenía un botiquín.
- Chicas, yo me encargo. Os la devolveré sana y salva.
En ese momento en el que yo `volaba´, mi respiración se entrecortaba y en parte me sentía mal por estas sensaciones pero... ¡No podía controlarlo!
- Tere, tienes que tener más cuidado, menos mal que el corte es sólo superficial que te podré curar.
- Lo sé, es que so muy torpe y...bueno lo siento.
- No me pidas perdón tonta.
Me quitó los tacones con delicadeza y su tacto era frágil, manos suaves, grandes.... Como a mí me gustan.
- Gracias Luis.
Seguía curándome y yo miraba a todos lados para no encontrarme con su mirada, pero era casi imposible no echarle un vistazo de vez en cuando... este chico está tremendo.
- Tu novio debe estar preocupado
-¿Novio? Qué va... A mí no me aguanta nadie.
No sé por qué diablos dije eso. Llevo 3 años con Erik y aunque no estemos en nuestro mejor momento es mi chico...bueno no importa.
- Pues muy mal carácter debes de tener porque eres preciosa, y si no te importa, me gustaría darte mi móvil... Por si te pasa algo así ir a curarte.
-Emm... Claro, por supuesto, espero que me pase algo más, quiero decir, espero que no te tenga que llamar nunca más, es decir, que no me pasa nada, bueno olvídalo, que me lio sola.
No paraba de reír.
- Eres muy graciosa.
Me dio su número y me incorporé con mis amigas.
- Nenas, me voy a casa que estoy cansada, y quiero reposar un poco.
- Claro, yo te llevo. Dijo Noelia.
- No te preocupes, llamo a un taxi y viene a recogerme. Os quiero chicas, nos vemos pronto.
Al llegar a casa me encontraba sola, ya que era pronto y Erik salía d trabajar a las 7 de la mañana.
Me cambié, me puse ropa cómoda y a la cama
- Buenas noches guapa, que descanses. Era un mensaje de Luis.
No contesté, no debía hacerlo.
Cuando llegó Erik me dio un beso en la mejilla como hace siempre pero me despertó, y yo no sé por qué fue, si por el alcohol, por el golpe, porque me sentía mal... Pero empecé a besarlo con pasión
- Hoy no te libras
Empecé a tocarme delante suya. Primero el clítoris en círculos mientras él miraba. Luego abrí el cajón de la mesita, saqué mi consolador y empecé a metérmelo a distintas velocidades mientras me tocaba un pezón a pellizcos. Empecé a jadear y cuando fui hacía el me dijo que estaba cansado.
- Nena, mañana mejor, que tengo mucho sueño.
Se metió en la cama y se durmió.
Me quede ojiplática, ya era lo que faltaba...Yo con este calentón y mi novio justo al lado dormido.
- Buenos días Luis. Mensaje enviado a las 07.36.
Continuará.
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