La confesión de Charles Pierce.

Abandonen toda esperanza de comprensión o compasión hacia mi persona .Mis actos, incontrolables ,perturbados ,viciosos y malévolos ,no han sido inducidos por la naturaleza de las circunstancias ,sino que han sido perpetrados en la más absoluta consciencia.

No hubo otra razón más que el veneno en las palabras de mi hermano ,el petulante vaivén en su caminar y sus presuntuosas maneras.

O quiza fue el desprecio que sentia por cada habito suyo lo que me ha llevado a darle muerte .Pero no le compadezcais ,porque incluso después de haber rasgado su cuello con mi afilado puñal ,sus ojos me miraban compadeciéndose de mi enfermedad ,poseía su perpetuo tono de reproche y su gesto denotaba la clara superioridad con la que siempre ,incluso entonces ,me miraba.

Por todo esto entenderán que no fue suficiente para mi ,que es correcta mi decisión de quemar el cuerpo.La cama donde yace.La habitacion.¡La casa entera! .Pero no estoy loco ,me doy cuenta que de esta no puedo librarme.Me doy cuenta de que ,aunque aunque no me arrepiento de mis actos ,no he sido muy metódico en las maneras ,así que antes de esperar la soga del patíbulo ,esperaré el cálido aliento de las llamas.

No creais que en mi muerte se refleja el más mínimo atisbo de arrepentimiento ,pues el miedo ,la ira ,la duda ,ya las abandoné.

No creo en un mundo mejor para mí y aún después de esta confesión ,no hay catarsis ,cuando las llamas vibren alrrededor de mi torso ,mi cabeza seguirá fría.