Tú no tienes la culpa de ya no amarme, pienso que tal vez fue tu corazón el que se canso.
No te culpo de mis lagrimas, ni de este corazón roto, ni del dolor de tu ausencia, ni de las promesas incumplidas, ni de los sueños abandonados, ni de esta soledad que parece eterna, ni del frio de mi cuerpo, ni la falta de tus besos, ni de mis escasas ganas de seguir, ni de la repentina muerte de cosas en mi interior, ni de mis días grises junto con la lluvia que no cesa, ni de las flores mustias en plena primavera, ni de la miseria en la que me revuelvo , ni de la compasión con la que los demás me ven, ni de mis malestares físicos, ni de que mi alma este desnuda y mi razón perdida, ni de haberte llevado tanto y dejarme muy poco , ni de olvidarme tan pronto aunque a mí me lleve todo una vida, ni de lastimarme con cada acción pensando que tú hacías lo correcto.
No, no tienes la culpa de nada, lo único que sí tienes es a alguien que aún te ama, y su amor no tiene fecha de caducidad.
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