Paseando a mi perra en el parque.1° parte.
Por Cuervo en transito
Enviado el 07/07/2015, clasificado en Adultos / eróticos
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La vi por primera vez en el parque de mi ciudad, normalmente le doy una vuelta a mi perra alrededor del parque y luego me siento, esa vez como otras tantas estaba cansado de mirar mi móvil, decidí disfrutar del mundo y antes me compre un paquete de pipas para tener algo que hacer mientras hago un ratito de vida contemplativa..., en mis pensamientos estaba, mientras mis dedos y mi boca ejecutaban la acción de pelar las pipas en mi boca. Que tontería de tener que estar haciendo algo, mientras no hago nada, me decía a mi mismo mientras comía las pipas. Un balón de plástico me dio en el pie y quedó junto a mi.
Miré al frente y una niña de unos 6 años en medio de la zona infantil me miraba a varios metros, un hombre que estaba cerca de ella y rodeado de otros niños, parecía que le decía sin malos gestos que no pateara tan fuerte.
Me agaché para lanzarle la pelota y al levantar la mirada vi una mujer dando amplias zancadas acercándose a mi.
Levemente, se sujetaba los pechos con una mano, con una destreza y elegancia digna de admiración, conseguía a duras penas aguantar un poco el bote de sus hermosas tetas. Conservo intacto ese momento en mi cabeza, recuerdo el movimiento de sus cabellos, los pechos y su sonrisa mientras se acercaba a media carrera hacia mi.
Mis ojos creo que en tres microsegundos después de detenerse unos momentos en sus pechos, hizo un chequeo completo de esa hembra, mi mente le ordenó a mis ojos concentrarse en su mirada pues ya estaba realmente cerca y no quería incomodarla.
De reojo mi perra tada al banco hizo lo mismo que yo pero de diferente forma, levantó sus orejas y se puso en pie y en alerta cruzándose delante de mi.
Supongo que sus motivos sería otro, posiblemente de alerta defensiva ante un extraño que se acerca a la carrera sorpresivamente. Pasé la mano sobre la cabeza de mi perro y con una orden corta con voz tranquila lo tranquilicé: "Quieto".... indicándole que tomara una posición secundaria y que no había peligro por ahora.
Tomé la pelotas con una mano mientas sujetaba a mi perro por el collar con otra. "Perdona ...," me dijo con voz suave, mientras se recogía su media melena con la mano izquierda.
No pasa nada le contesté. Estire mi mano levantándose un poco la pelota pero dejándola lo suficientemente baja para que tuviera que agacharse para recogerla.
No lo hice conscientemente pero mis ojos y mi voluntad no deseaba otra cosa que verla inclinarse y que me enseñará un poco más sus tetas, esta vez de cerca y con la esperanza que su escote me dejará profundizar más la mirada entre sus pechos. No se sujeto los pechos y me lanzó otra mirada con una sonrisa aún agachada, con la pelota entre sus manos. Yo torpemente se la devolví pues estaba concentrada en otra cosa.
Se volvió a paso tranquilo mientras le miraba el culo y las piernas. Eche la espalda en el banco y decidí estudiar la situación. Al volver le lanzó la pelota al hombre que estaba con la niña y volvió con dos mujeres más que estaban allí sentadas. Volví la mirada al hombre y supuse que era su pareja, estaba rodeado de algunos niños, posiblemente cuidaba de todos mientras las mujeres hablaban entre ellas.
Las volví a mirar y hablaban con miradas cortas hacia mi, con gestos leves de coqueteo cuando hablaban las tres, supuse que algo hablarían de mi, parecían muy animadas, se ve que se conocen de tiempo pensé.
Me guarde lo que me quedaba de las pipas en el bolsillo, desate a mi perra y mire hacia el hombre que cuidaba de los niños y vi que estaba ocupado con ellos, gire la cabeza y la busque con la mirada, aún estaba con sus amigas. Me miraba con miradas cortas hasta que centro su mirada conmigo al ver que la miraba. Parecía esperar una despedida de mi parte, me dejo claro que estaba pendiente de mi y lo que hacia.
Algo de mi lo intuyó pues mire al hombre primero y me asegure que no me miraba, le contesté con una sonrisa y levanté levemente mi mano sin llamar mucho la atención, ella dibujó una amplia sonrisa y agitó su mano levantándola. Me extraño su efusividad pues di por sentado que su marido era el que jugaba con todos los niños. Parecían conocerse en los gestos que se hicieron al hablar cuando ella le devolvió la pelota.
Decidí en ese momento volver a visitar ese parque al día siguiente.
## Opiniones por favor, si gusta voy haciendo entregas hasta terminarlo##
3 de julio de 2015, 12:46
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