Era tarde, ya el sol se había puesto, y el frio se estaba haciendo sentir. Lauren entro velozmente en la casa sin notar la presencia de Mónica, quien se encontraba sentada en silencio y con una expresión muy seria en su rostro.
-Uy, no te vi sentada ahí, ¿Por qué estas con la luz apagada?- Pregunto Lauren, pero Mónica no respondió – ¿estás bien?- siguió preguntando Lauren.
-No entiendo, realmente no lo entiendo- Dijo finalmente Mónica –No entiendo porque tuviste que hacer eso, a mi.
-Realmente no tengo idea de lo que estás hablando Mónica.
-De lo que paso la otra noche.
-¿Y qué es lo que paso…?- Lauren dio un suspiro –Te réferis a…eso.
-Sí, me refiero exactamente a eso.
Lauren se sentó junto a Mónica.
-Para mi significo algo, mucho en realidad.
-Ya lo sé- Dijo Lauren, mientras tomaba la mano de Mónica.
-¿Para vos no significo nada?
-Sí, lo fue.
-Pero no tanto como lo fue para mí.
Mónica alejo su mano de la de Lauren.
-Mónica…
Dijo Lauren, pero Mónica no la dejo terminar, se levanto y dio unos pasos hacia la puerta.
-Obviamente esto fue un error, como lo de la otra noche, va a ser mejor que me valla.
-Mónica espera- Dijo Lauren mientras se levantaba y tomaba el brazo de Mónica, haciendo que esta se detenga y la mirara.
-No te vayas, por favor.
Mónica no respondió, y Lauren le soltó el brazo.
-No quiero que te vayas- volvió a decir Lauren.
-Todo lo que paso significo mucho para mí, y nuestra amistad- Dijo Mónica mientras con su mano señalaba a Lauren y a ella misma –ya no es suficiente para mí.
-Lo entiendo- Respondió Lauren muy suavemente.
Las dos se quedaron en silencio paradas frente a frente, las dos ya estaban listas para hablar, y transformar su amistad en algo mucho más profundo.
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