Denunciar relato
Cuando apoyo el arma en mi cabeza, no pretendo destruir mi cráneo. Solo me imagino disparando a una pequeña región del cerebro, para que los recuerdos que me atormentan queden esparcidos en la pared.
Cuando apoyo la navaja en mis venas, no pretendo morir desangrado. Solo me imagino haciendo una pequeña incisión, para que las gotas de veneno que contaminan al resto queden derramadas en el suelo.
Cuando apoyo el puñal en mi pecho, no pretendo que mi corazón deje de latir. Solo me imagino rompiendo la coraza de odio, esa que me aparta del mundo que nos rodea.
No quiero matarme, solo quiero matar esa parte de mí que te hace daño.
Autor: FEDERICO RIVOLTA
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales