Nota final

Quién piensa en mí ?

Cada vez que les grito, cada momento que les pido sus deberes y les ordeno que me den su almuerzo.

Cada día veo sus caras de miedo al verme, como si fuera el mismísimo demonio personificado, deseando no cruzarse conmigo durante todo el día.

Pero que sabrán ellos de tener miedo, que sabrán ellos de sufrimiento, al final de la jornada están sus padres esperándoles en el coche con una bolsa de merienda, otros deciden ir con sus amigos de clase.

Mataría por ser acosado, y no tener que ver las escenas que me esperan a mí al salir.

Piensan en mí en ese momento ? por supuesto que no, quién quiere tener a un abusón de amigo, en cierto modo, lo comprendo...

Mientras escribo esta carta agresiva y sincera llega de nuevo mi padre, borracho, oliendo asquerosamente a Jack Daniel's, buscándome, gritándome, con ganas de saciar su borrachera inflándome a ostias. Pero esta vez no, he puesto una silla en el pestillo que podrá aguantar lo suficiente para escribir esta carta y poder despedirme de toda esta mierda

Podría describir durante días las imágenes sórdidas de mi madre inyectándose sus horrorosas jeringuillas, quizás de ahí venga mi miedo a las agujas.

De mis labios y nariz desprendiendo sangre cómo si fuera un boxeador profesional, mientras oigo de fondo a duras penas el error que he sido.

La silla comienza a ceder, necesito despedirme ya.

Adiós.