Recuerdos de Grey.

Recuerdo tus palabras, tus quejas, tu manera de agasajarme, tus andares de hombre varonil.

Caminabas con firmeza, con esa fuerza tuya, con ese valor que cualquier mujer volteaba para asegurarse de que eras real, que eras de carne y hueso.

De carne y hueso, roca. Duro, firme, constante. Tan difícil conmoverte, tan insensible.

Mandón te decía. Posesivo, controlador, bipolar. Me gustabas.

Hoy, también. 

Pasabas desapercibido, pero tu personalidad incita a escribir un bestseller. Confieso llamarte Grey. Eres el Grey real. Ha cobrado vida, ese personaje que a tantas mujeres, nos ha hecho perder la cabeza.

Contigo pierdo la lógica, el sentido,la cabeza...todo. Irritas y excitas. 

¿Por qué ser tan horrorosamente atractivo? El físico, vuelve loca a cualquier.

Pero esa forma de actuar, de ser controlador,esa inteligencia. La que me atrae.

Sufres una menstruacción de ternura . El resto, frío, distante. Aún así queriéndote estoy. 

Sabes tocar donde duele, que tema sacará mis lágrimas, mi rabia. Eres ese culpable, al que no se puede castigar.

Necesitarte, cuando no quieres ver a nadie, incluso en las discusiones acaloradas.

Terminar con un " Te quiero, pequeña." y dormir.

Hoy, mañana, pasado mañana, y el mes que viene, y quizás el resto de mi vida, me pregunte " ¿Seguirá siendo igual?"

Y vives a kilometros de mi, chico del sur. Nuestras conversaciones, siempre fueron interesantes, acaloradas en todos los sentidos. ¿Y ahora? Me conformo con saber que te encuentras bien. 

Del todo a la nada y viceversa.

Avanzo sin ti, pero Grey no ayuda a olvidarte. Querer tenerte de una manera, y no poder tenerte. Querer es poder, decían. Error.

Mientras tanto, andaluz Grey, pensaré en ti lo justo y necesario. Steele, te espera en ese norte, que tanto te gustaba. 

Mi Grey. Su Steele. Norte y sur. Andaluz y vasca.