Comunión de almas
Por Su_Diosa
Enviado el 30/07/2015, clasificado en Adultos / eróticos
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"La luz del cirio iluminando su rostro
la navaja acercándose cuidadosamente a mi piel
el brillo de la única llama que resplandecía en la habitación
reflejando el filo plateado que rozaba mis senos
Las cuerdas inmovilizando mis brazos
mi espalda sintiendo la presión del cuerpo agitado,
de la respiración entrecortada
Tratando de alejarme instintivamente de la punta
que dibujaba ligeros círculos a su paso sobre mi piel
las piernas adoloridas ancladas en el suelo
La saliva deslizàndose por las comisuras de mi boca
escapando abundantemente de la mordaza
Sed en mi boca, mucha sed
resequedad en mi garganta,
humedad en mi vientre, sintiendo como El se acerca hasta mi rostro
clavando su mirada oscura muy dentro de mi
llenándome de sus deseos
En mirada sabe que estoy lista
puedo sentir la erección que le produce tenerme expuesta
con la piel marcada y enrojecida por sus azotes
con la mirada inundada y los pechos morados por las cuerdas
los pezones atrapados entre ellas
Posicionándose enfrente de mi
retira la mordaza y besa mis labios firmemente
mientras percibo el aroma de su sexo excitado
y casi puedo sentir que lo roza contra mi vientre
sin dejar de recorrer mi silueta con al navaja.
Delicadamente hace una incisión en la aureola de mi seno izquierdo
el sudor penetra en los poros en la herida que lentamente se van abriendo
y me hace estremecer
es un ardor constante que adormece la piel
que provoca una humedad intensa en mi entrepierna
deliciosas contracciones que estimulan los sentidos
Pequeñas gotas de sangre nacen de mi piel
se detienen como el rocío sobre las hojas
Su mirada extasiada se concentra en el corte
y su lengua deliciosa busca el sabor dulce de cada gota
La respiración agitada hace que se dibuje un hilo rojo por el perfil de mi seno
y es allí donde su lengua por primera vez prueba mi sangre
recorre la estela roja que se ha trazado, hasta lentamente llegar a su nacimiento
es el borde de mi pezón donde la sangre brota lentamente
y es allí donde sus labios se posan
Aferrándose fuertemente a la carne
llamando con su aliento a que brote mi esencia
estirando la piel y marcandola con sus dientes
Sus dientes marfil enrojecidos
su lengua saboreando la viscosidad de mi veneno
instates sublimes cuando levanta su mirada
revelando ante mi la mas lujuriosa locura
acercándose poderosamente para llenarme
del sabor de mi alma en su boca
para darme de beber de mi propio veneno
para hacerme mas adicta y mas viciosa de El
Su mano enredada en mi cabello
y su lengua colmando hasta lo profundo de mi garganta
sus dientes clavándose en mis labios
trasmitiéndome todo su poder
yendo de lo màs duro a lo màs dulce
de lo màs perverso a lo más tierno
las gotas siguen saliendo de mi seno
dibujando perfiles delicados e irragulares en mi cuerpo
delicadas chispas libres salpican mi vientre, mi abdomen, mis muslos
Con los labios estremecidos
la boca saborizada con el coctel hecho de mi sangre y su saliva
lo observo, mientras masajea su boca contra la mia
mientras roza mi pecho contra el suyo
y me aprieta fuerte contra la madera
sintiendo deliciosamente como crece y palpita su erección
toca mi vientre con su mano
y baja súbitamente a mi entrepierna
entreabre los pliegues de mi sexo con sus dedos
liberando la humedad que entre los labios se escondía
me penetra con sus dedos
y los empapa con ese tibio nectar que florece dentro de mi
Me provoca un jadeo intenso
cuando retuerce mi sexo entre sus dedos
llevandolos cada instante más y más profundo
antes de traerlos a mi boca, y hacer que los lama lascivamente
y pruebe el sabor de mi cuerpo en su mano
Libera cuidadosamente mis manos y mis brazos y mis piernas
casi entumecidos, permanezco recostada a la madera
me permite acercarme a su pecho
y puedo sentir como su corazón parece que estalla
Alejándose de repente trae otra hojilla
un filo delicado que refleja de nuevo la luz de la vela
me sostiene con una mano y corrige mi posición
endereza mi espalda y sujetandome del collar levanta mi mirada
acerca la hojilla a su pecho
la ansiedad me invade
y me suspendo en cada movimiento de sus manos
el tiempo y el aire parecieran detenerse
solo escucho claramente los latidos desenfrenados de mi corazón
cada vez mas rápidos, y siento como si el filo de la hojilla cortara el viento
Es en ese instante cuando el delgado metal empieza a cortar la piel
su punta se entierra con firmeza en la primera capa
dejando tras de si un hilo, más oscuro que el mío
gotas espesas de un carmesí oscuro brotan lentamente
su mirada atrapa la mía y la sujeta con firmeza
mientras el atrapa su piel entre los dedos
haciendo que las gotas se deslicen dulcemente
"lame, suave, lento"
con las manos atrás me acerco despacio hasta su pecho
la incisión se hacia mas visible, a medida que la sangre brotaba
estire mi lengua, repitiendo lo que el acababa de hacer en mí
desde la última punta hasta llegar al corte
su sabor era agridulce, estaba ligeramente tibia
mi saliva se mezclaba con ella y al llegar a mi garganta
una extraña sensación me poseia
busqué su mirada, hambrienta y excitada
"Bebe"
Estando tan cerca de su pecho podia sentir los latidos de su corazón
posé mis labios sobre la piel
y succioné, como más suave podía de hacerlo
pero la pasión y el deseo me poseían
tiraba más fuerte de la carne
mis labios apretaban con firmeza
en eso me tomó de la barbilla, y con ese equilibrio que siempre ha tenido
entre dulzura y firmeza, me llevó hasta su boca
De nuevo me invadió con su lengua
la envolvió con la mía, danzando y devorandome con pasión,
enredó su mano en mi cabello
y con la otra liberó su sexo
Abrió mis piernas y me penetró con locura
embistió tan fuerte mi piel
que la humedad que brotaba,
recorrió de inmediato mis muslos
Levantó mi pierna para poder llegar hasta mi alma
me desbordaba en gemidos mientras él,
como un lobo emitia sus guturales gruñidos
desatando aun más mis deseos
su mano sujeto mi cuello
y mirandome extasiado me gruño en los labios
"Hazlo Mi Diosa, libérate conmigo"
Y sin mas espacio, mientras sentía sus dedos apoderándose de mi aire
y sentía mis ojos llorozos me dejé caer en ese abismo de lujuria
mis caderas se consumían en un vaiven intenso
mi vientre se contraía y podía sentir la dureza de su sexo
invadiéndome
las pelvis chocaban con desenfreno, componiendo una deliciosa sinfonía
hasta que la calidez de su esencia se desató
y con ella
una caida libre donde mis musculos se congelaron
alargando ese delicioso placer mientras él liberaba mi garganta
y un suspiro profundo devolvía el aire a mi pecho
El sudor de nuestros cuerpos
abundadnte, ácido, salado,
filtrándose en esas pequeñas incisiones
nos hacía estremecer
y de la nada un tibio aire nos envolvió,
mientras nos dejábamos caer al suelo
uno aferrado al otro, siendo uno mismo
UN MISMO LATIDO
UN MISMO SUSPIRO
UNA MISMA ALMA
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