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Es una noche tranquila de luna llena. Una noche ideal para cazar. No estoy solo Pedro esta un poco mas allá, esperando a que crucen los corzos. Estamos quietos, muy quietos. Escucho ruido, intento apuntar al borde de la montaña y veo mi presa, camina sigilosa. Disparo, creo que le he dado. Mas tarde, cuando me acerco. La presa esta muerta, ya no respira, inmovil.Pero me doy cuenta que debajo del uniforme hay una mujer de pelo largo. Y pienso que a estas alturas de 1938, el enemigo manda mujeres para matarnos.
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