No dibujes mas... No lo hagas. Suelta tu lapiz y deja ese lienzo. No termines tu obra. Una parte de mi mente me grita mil veces que no termine.
Terminala!!!!! Acaba con ella, saca el dolor...Olvidate de todo. No te detengas!!! Me gritan mis demonios que no cese
Cojo mi lapiz con suma desesperacion; cierro mi puerta con doble llave y me dispongo a terminar esa obra con marco. Mi lienzo es perfecto, perfecta textura, perfecto tacto... Inicio con el color carmin hasta lograr mi longitud deseada, mi lapiz produce el trazo deseado. Mis demonios aplauden mi osadia; nadie escucha los gritos, nadie escucha el dolor.
Dejalo... no lo termines, no lo hagas...
Termino mi lienzo; las lagrimas por fin salen, el silencio sigue. Grito sin gritar, deseo la muerte sin buscarla... Mis demonios sonrien gustosos, cinicos, con picardia; felicitandome por tan perfecta obra. Brota la tinta carmin de mis venas, trato de deternerla con un pedazo de tela.
Viene la verguenza, la culpa y despues la paz... Mis demonios brotan alegremente dentro de mi cabeza, dichosos; la culpa... nadie debe saberlo, nadie debe verlos; los escondo tras mis atuendos largos.
Nadie debe ver ese lienzo, nadie debe ver la tinta. Nadie debe saberlo, mis demonios celebran, el dolor sigue, mis gritos no se oyen, las lagrimas salen.
Veo por ultima vez mi lienzo; el sueño se apodera de mi mente. La tinta carmin brota lentamente, mi lapiz filoso descansa en mi comoda... La verguenza, el dolor se disipan. Al final, solo distingo en mi piel otra marca de un lienzo que no termina.
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