Su maestra mirada

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Mi amiga y yo utilizamos la socorrida excusa de "necesitar un café", para compartir nuestras andanzas diarias y hablar de como nos van las cosas, no pretendo que este relato sea negativo, ni mucho menos, pero a veces es inevitable pensar que la vida... nos ha dado pocas treguas, e incluso que es como una auténtica carrera de obstáculos. 
—Somos buenas saltadoras, expertas en coger la velocidad adecuada cuando llega el momento de solucionar situaciones. ¿Hemos venido a este mundo a saltar obstáculos constantemente? —le pregunto a mi amiga mientras le pongo al café la segunda bolsita de azúcar.
—Posiblemente —contesta asintiendo con la cabeza—, no hay viaje sin peaje, pero este es un trayecto solo con billete de ida, no te preocupes —me dice elevando su dedo indice, con un gracioso guiño de complicidad en la cara—. Es un recorrido que me gusta comparar con un parque de atracciones, en el que puedes elegir que quieres hacer, observar como los demás disfrutan, ríen, saltan, juegan, se divierten o en cambio participar de los juegos, entrar en las atracciones más arriesgadas o acompañar a los niños en el tiovivo, ahí esta tu elección, no importa cual de ellas sea la que elijas, todas son válidas, todas te aportaran algo importante que aprender, lo fundamental es que te sientas cómoda. Por lo tanto, disfruta entre obstáculo y obstáculo, crea momentos lindos, convierte tu mundo particular en un lugar donde sea agradable estar. Yo creo —continuó diciendo mientras sorbía un poco café—, que al final del viaje habrá un premio para el que más haya sabido disfrutar de él. Y el premio será el dolor de nuestras experiencias, convertido en amor.
—Alcé mi mirada sin dejar de revolver el café, y la posé en su ojos— ¿Tú tienes alguna prueba de que este día tan complicado, en el que el mundo me ha dicho QUE NO, se convertirá alguna vez en algo tan dulce como este café?   —Si —sonrió, y apretándome el brazo para evitar que hiciera la siguiente pregunta obligada, dijo—, todo cobra una nueva dimensión cuando nos enfocamos en las cosas positivas y realmente efectivas de nuestra vida. El universo es como un bumerán, si nos centramos en las experiencias buenas que nos ocurren, nos retornará más experiencias buenas, como si de magia se tratara.

Mi amiga, lleva marcada en el rostro su maestría, como si hubiera vivido siete décadas en vez de solo cuatro, como si hubiera hecho el viaje varias veces con billete de ida y vuelta. Como ella misma dice: " Si conozco tantas formas de consumir un momento, de pulir un instante, de sentir intensamente cada situación, ya puedes imaginar como disfruto de mi viaje "

Cuando observo la mirada maestra de mi amiga, encuentro en sus ojos profundos, densos y silenciosos, al inmenso ser que es, estos me transportan a un mundo mejor, que tal vez exista o tal vez no, es el lugar de esperanza en el que los tormentos tienen una razón de ser.

Y esta es la historia del socorrido café de hoy con mi amiga, seguro que vosotros también tenéis un amigo o amiga como la mía. Somos muy afortunados de disfrutar de alguien que ve el mundo siempre en color blanco y que sea una inyección de sosiego entre parada y parada de nuestro viaje, con quien poder compartir un café, con quien compartir la vida, sobretodo si tenemos uno de esos días en el mundo nos dice QUE NO.

Feliz vida.


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