El diario de Rebeca II
Por dsr
Enviado el 03/08/2015, clasificado en Adultos / eróticos
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29 de Junio del 2015.
Tonta, tonta, mas que tonta. Soy una jodida zorra viciosa. ¿Por qué cada vez que me entran
ganas de follar no me haré un dedo en la ducha como todas? Lo he vuelto a hacer, querido dia-
rio, me he vuelto a tirar a mi compañero de trabajo en el trabajo.
Mira que me lo habré repetido veces y veces, pero nunca consigo controlarme. ¿Y qué mujer po-
dría resistirse a ese hombre con tan buena planta, con ese tono de voz tan masculino y a la vez
tan angelical que la embelesa a una y la lleva a perderse en fantasías calenturientas? Y ni siqui-
era el anillo que lleva me convence de que no intente flirtear con él. Encima es que me saca co-
mo diez o quince años, creo que te lo he comentado alguna vez ya. Pero es que es estar cerca
de él y me derrito.
La cosa siempre empieza igual. Nos vemos a la hora del almuerzo en la cafetería (que ya sabes
que en verdad es una sala con cuatro bancos y una máquina dispensadora de café) y empezamos
a charlar de lo de siempre, que si los pedidos llegan tarde no es nuestra culpa, que si el jefe se la
repamplinpa todo, que nosotros solo somos administrativos. Y sin saber cómo, sus ojos te empie-
zan como ha hablar. Si es una cosa muy curiosa, puede que sea sólo producto de mi mente ca-
lenturienta, pero siempre me da la sensación de que con los labios dice una cosa y con los ojos
te insinúa que lo sigas al cuarto de las fotocopias a... ya sabes.
En esas nos hemos vuelto a encontrar esta mañana. Y es que es entrar en el cuarto y empezar
a desvestirnos como animales, mas por el hecho de si viene alguien que por... qué coño, porque
también estamos a cien. Siempre me lanza contra la impresora y me folla por detrás con una ha-
bilidad que me sorprende, puede ser que esté tan mojada en ese momento que no sea consci-
ente de cómo me la mete a la primera. Lo que más me gusta es la forma en la que me agarra
el culo o lo lleva contra si haciendo que toda la habitación retumbe y yo ahí corriéndome como
una loca al intentar morderme mis pezones que, debido al salvaje meneo, casi nunca consigo. Yo
levanto la pierna para que su verga pueda entrar mejor pero para cuando eso va a ocurrir siempre
me cambia de postura y me sube encima de la fotocopiadora. Si, la verdad es que siempre es
igual, pero no por eso deja de excitarme y resultarme morbosa la situación. Mientras me la clava
encima de la fotocopiadora nos mordemos los labios y le acaricio los pezones porque sé que la
cosa ha de ser rápida aunque nunca suelen ir a hacer fotocopias a esas horas porque todo el
mundo está descansando. Aun así, creo que los mejores polvos no tienen porque durar más de
media hora. La saca de mi empapado coño siempre un segundo después de haberse corrido y
un delgado puente de semen se forma entre mi coño y su polla. Es increíble que nunca me haya
quedado embarazada. Luego descarga su mercancía pesada sobre mi coño. Al notarlo tan cali-
ente en mi punto débil creo que me voy a correr otra vez, pero pienso que tres veces ya son sufici-
entes, ¿no te parece, querido diario? Yo le acaricio el pecho mientras veo como se le tensa todo
el cuerpo, como se pone rojo y como suelta sus alaridos y me siento como una planta regada
con semen que vive al contacto con éste.
La putada, o puede que no tanto, es que hoy a pasado lo que siempre había temido: a entrado
la de la limpieza a limpiar la sala de la fotocopiadora. Y ha sido muy curioso porque una siempre
se imagina estas situaciones vistiéndose deprisa e intentando justificarse, pero en la realidad los
tres nos hemos quedado parados (yo con las piernas aun abiertas, él con la polla goteando y la
de la limpieza con la boca abierta mirando nuestros sexos como si nunca hubiera visto unos en
realidad) mirándonos de hito en hito sin saber cómo reaccionar hasta que la de la limpieza se ha
ido cerrando la puerta tras de si. ¿Crees que me quedaré sin curro si a la de la limpieza le da por
chivarse? La verdad es que lo dudo porque la de la limpieza no aspira a un puesto mas importan-
te en la empresa, no es como si me hubiese pillado la guarra de la secretaria personal del jefe,
que está donde está porque se sacó un master en chupamiento de pollas a distancia, que sé que
me tiene envidia porque al jefe se le van los ojos siempre tras mi culo.
Posdata:
Espero que puedas descansar bien, querido diario, sin tener que masturbarte demasiado. Re-
serva fuerzas para otro día porque espero tener más que contarte.
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