La mudanza (2° parte)

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La primera impresion que tuve al ver la nueva casa era decepcionante. Otra mentira mas de mi viejo diciendo que era mas comoda. Para el, lo que lo habia convencido de alquilar esta nueva casa era el garage. En ese tiempo mi viejo tenia un peugeot 504 que lo usaba para remis. La pieza destinada para mi hermano y para mi era antiguamente el comedor de recepcion. En el medio de la habitacion, estaba la fosa septica. Al cual tuvieron que llamar al servicio de destapaciones cloacales varias veces. Mis viejos dormian en la habitacion grande y mis abuelos se las arreglaban en un espacio de cuatro metros cuadrados. Como podiamos, tratabamos de entrar en esa casa "esquinera".
El viaje al colegio secundario me quedaba un poco mas cerca, la parada del colectivo estaba en la esquina. Empezamos a conocer gente, compañeros de futbol, vecinos y un amigo que hasta el dia de hoy me reuno.
No puedo sacar conclusiones del lugar, porque la convivencia con la casa "esquinera" duró solo once meses. Si mal no recuerdo, creo que en mayo, cerca de las nueve de la noche, nos entraron a robar. Estaba con mi viejo en la puerta con el auto a punto de entrar y de la vuelta de la esquina aparecen tres personas con armas de grueso calibre obligandonos a entrar, amago a escapar para pedir ayuda, pero mi viejo me llama para que entraramos. Nos llevaron a la pieza de mis viejos, mis abuelos se quedaron encerrados en su pieza al mando de uno de ellos. Los dos restantes revisaban las piezas. Se llevaron la video casetera, el centro musical, una tele blanco y negro de siete pulgadas y cuarenta pesos.
Pasaron unas semanas para que nos recuperabamos del shock que nos provocó el robo, que por esas coincidencias de la vida, miré por la ventana que usualmente espiaba hacia la calle, y fui testigo unico de un homicidio. Esas dos razones, eran mas que suficientes para irnos de Caseros.
Como no era facil, habria que esperar como mi viejo y mi abuelo ganarian en los meses proximos para concretar la mudanza. Ambos eran los unicos sostenes económicos de la familia, sacando cuentas entre calculadoras y papeles era imposible mudarse. Gracias a unos contactos, el flete se podria pagar, los meses de depositos se podia conseguir por prestamos. El garante podria ser un jefe de mi abuelo. Pero los alquileres aumentaban y era dificil seguir.
Uno de los reclamos que siempre les hago a mis padres es que se sinceren y me digan la verdad, esa situacion era ideal para ver en que instancia de la relacion familiar podia ocupar. En esa ocasion, en vez de mentir, ocultaron. Era casi cotidiano escuchar a mi vieja criticar por la falta de dinero, a mi viejo escucharlo quejarse por la falta de trabajo. Mi abuelo era por el contrario no muy quejoso. Parecia que su momento laboral era bueno, varias veces pagó las boletas que llegaban a esa casa.
Mientras ellos trataban de resolver el misterio de como salir de ese barrio, en lo personal me pasaron cosas increibles.
En navidad, mi viejo me presta el auto para dar una vuelta a la manzana y terminé conociendo tres barrios vecinos en 45 minutos de viaje por casualidad. Otra anecdota, invité a un compañero del secundario a mi casa y juntos ir al cine para ver "Pulp Fiction", no fue posible porque... se cortó la luz y en la sala eramos 4. Una vuelta me escondí en un placard de la casa de mi aimgo para no volver a mi casa por la noche. Era habitual a las visitas nocturnas para visitar a esta familia amiga. Puedo decir que sali del closet! Bueno, placard...
Hasta que un dia, por arte de magia, apareció un lugar para vivir. Segun mi abuela, mentirosa habitual, dijo que pudo conseguir un departamento mediante un dialogo con la mujer del ex vicepresidente del pais. Cuando lo dijo, mi viejo sale a ese lugar para verificar si era cierto. Esas es una de las teorias que jamas sabré, lo cierto es que en septiembre del año 95 nos iriamos a un lugar dejando al fin de pagar el alquiler.
Al principio no tenia ganas de ir, no me queria desprender de Caseros porque me habia gustado ademas del centro comercial, la calidez de la gente. Los demas fueron a sacar los sobrantes de obra que quedaban en el piso del departamento. Lentamente a traves de varios viajes, nos mudamos a Villa Madero. Y como en la mayoria de las mudanzas perdimos cosas, entre ellas, muchas fotos con los chicos de Ciudadela. Lo mas doloroso de esa mudanza por otra mentira mas de mis viejos, era que en esos edificios no aceptaban mascotas. Fue doloroso elegir una plaza con el auto para que las tres gatas que teniamos y el perro se fueran corriendo libres para perderse en la oscuridad para no verlos mas. Mas odio me dió al otro dia al llegar al complejo ver a los vecinos sacar a sus perros por los parques. Nunca se los voy a perdonar por mas estupido que sea ese reclamo. Aun asi, mi viejo trae una ovejera al año para que mi vieja la acepte y sea miembro de la familia. Cuando tenia ganas y humor, mi viejo tenia sentimientos... que se yo...


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