Erotika III

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Un suspiro acabó con su orgasmo que había inundado la boca de Iván con todo su amor. Se bajó de encima de él, Iván con el pene fuera y erecto se retiró al baño para enjaguar su boca un poco e irse de nuevo a la habitación para volver a la carga. Ella estaba tumbada en la cama aun respirando fuerte y lo miraba sonriendo estaba abierta de piernas aun con la falda levantada y el sujetador puesto. Iván se puso en el pie de la cama, se quitó la camisa despacio, ella lo observaba, la tiró al suelo, luego comenzó a quitarse el pantalón y aun con el eslip puesto y el pene fuera comenzó a subirse a la cama avanzando a cuatro patas hacia ella. Cuando estuvo totalmente encima de ella se sentó sobre su vientre y le quito suavemente el sujetador, luego comenzó a besarle los labios besos cortos y seguidos, luego introdujo la lengua dentro de su boca besándola con pasión, es de esos besos que indica que es solo el comienzo de algo mejor, y que es que se va a consumar el acto sexual sin remedio. Silvia lo abrazo para atraerlo hacia ella pero él retrocedió soltándose de la llave de sus brazos y bajo besando el cuerpo de su esposa con mimo y cuidado, los pechos: primero uno luego el otro, siguió por la barriga plana y dura de Silvia (recordemos que ella es de gym), luego llego a la cinturilla de la falda, que levantó la cara y busco con las manos el cierre, lo desabrochó y la sacó de un tirón, se quedó solo con las braguitas que fue sacando despacio, bajando por las caderas los muslos hasta conseguir sacarlas de las piernas y tirarlas hacia un lado, él comenzó a liberar el pene del eslip y fue ella quien tomó la iniciativa levantándose de la cama y tumbándolo a él. Silvia comenzó a besar su boca mientras acariciaba el pene, luego fue besando y mordiéndole los labios, los lóbulos de las orejas, el cuello él se movía en la cama gimiendo, -Si, Silvia mi amor, siiiiiiiiiiiiiiiii, mmmmmmmmm, - ella continuó bajando con sus labios hasta el pecho de él jugando con las tetillas, todo esto mientras le masajeaba el pene de arriba abajo, fuerte pero despacio, quería que aguantara todo lo posible, por fin llego al pubis donde tomo el pene con firmeza y se lo metió en la boca hasta la garganta, luego despacio y pegando los labios a él, lo saco entero y con la lengua jugaba con el glande, lo chupaba, daba vueltas con la lengua alrededor del, luego volvía a introducirlo en la boca y así sucesivamente, él estaba gimiendo de placer, sudaba su piel, se estremecía su cuerpo, su esposa hoy estaba haciéndolo gozar como nunca, o estaba más receptivo él, pensó Iván.

Se dejaba llevar por la felación de Silvia, pero no quería acabar si antes penetrarla y hacerle el amor como nunca, parecía que ambos tenían la noche ardiente y él quería prolongarla todo lo posible. Viendo que Silvia aceleraba el ritmo e intensidad de sus caricias bucales, y que le estaba llegando el orgasmo así que retiro a Silvia de su pene y la tumbo en la cama, se subió encima de ella y la penetro, suave poco a poco, pero comenzó a embestir más fuerte y más rápido. Ella gemía mientras le acariciaba con una mano el culo y la otra la cabeza por la nuca, él tenía las manos apoyada en la cama para facilitar los movimientos y empujar con más fuerza, los envites eran cada vez más fuertes y rápido ella gemía como posesa, el también comenzaba a jadear – Dios si, toma Silvia, toma - gritaba y además podía hacerlos pues sus hijos no estaban en casa pasaban el fin de semana con los abuelos. Cuando ella estaba llegando al orgasmo, el freno un poco el ritmo no quería eyacular aun. Pero siguió con el suficiente ritmo para que ella subiera de nuevo a la cima del clímax, y así fue ella comenzó a gritar – Ayyyyyyyyyyy, amor mío Iván te amooooooooo, por dios siiiiiiiiiiiiiiiii, massssssssssssssssss, yaaaaaaaaaaaaaaaa, lo atrajo hacia ella y lo abrazo mientras le mordía el cuello, luego acerco su boca dulcemente hacia su oído y le susurro: -te quiero con toda mi alma, eres lo mejor que me ha pasado, Iván, te quiero -.

Iván la dejo reposar unos instantes se colocó de rodillas y le dijo “ven reina vamos al salón,”, la tomo de la mano y la llevo hasta el salón y él suavemente la sentó en el sofá, allí se sentó al lado de ella y comenzó a acariciarle el sexo, ella tomo el pene de él en la mano se basaban mientras se masturbaban mutuamente, él introdujo su lengua dentro de la boca de ella dulcemente, ella subía y bajaba la mano en toda la longitud del pene, mientras él jugaba con los dedos con el clítoris y los labios externos de ella. Él fue levantando y echado para atrás a ella cuando estuvo totalmente tumbada la abrió de piernas colocando ella una en el suelo y la otra por encima del respaldar él se situó frente al sexo con su pene recto y la volvió a penetrar, él comenzó a embestir rítmicamente mientras jadeaban, el ahora si quería terminar con lo cual marco su ritmo que le hiciera llegar más fácilmente, cosa que a Silvia tampoco parecía que le viniese mal pues agitaba la cabeza susurrando palabras de amor y satisfacción a su marido. El la miraba como se agitaba en el sofá, movía la cabeza de un lado a otro, arqueaba a veces el cuello, lo agarraba por la espalda después por el culo agitaba las piernas, él ya estaba llegando y se lo aviso a ella entonces se dejó caer encima de ella, Silvia a esto lo abrazo muy fuerte y lo atrajo tanto hacia ella que parecía un solo cuerpo en vez de dos, solo se movía la zona de la cadera de Iván que empujaba aun, a eso que comenzó a llegar el orgasmo de ella. Iván me viene por favor, córrete conmigo amor mío córrete yaaaaaaaaaaaaaaaa, En eso que él comenzó a decir – Toma Silvia, toma amor mío ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh, me corrooooooooooo, - Iván comenzó a levantar la cabeza, mientras su pene dentro de la vagina de su esposa estallo, él le decía – Siiiiiiiiii, amor tomaaaaaaaaa, agggggggggggggg, ufffff madre – y se dejó caer mientras ella aun balbuceaba – ufffff amor te quiero. El la besaba con pasión todavía con el pene dentro de ella, ella no decía nada solo le acariciaba los cabellos con una mano y el culo con la otra. Estuvieron unos minutos así, besándose con ternura. Pasado estos minutos Iván se levantó y le tendió la mano a ella para ayudarle a levantarse del sofá, - Vamos a la cama mi vida, - ella se levantó y agarrada de la mano ambos regresaron a la habitación. Se tumbaron en la cama mirando hacia arriba y agarrados por la mano. Se quedaron dormidos.


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