Denunciar relato
El tiempo transcurría mientras mis huesos se sentían crujir. Cuanto tiempo llevaba en ese rincón. Las manos me temblaban y sudaban de frío. Se habría ido ya? Con dolor extendí mis piernas y sentí el ruido de mis rodillas cual si fuera aumentado en el silencio aterrador que me embargaba. Debía llegar a la puerta antes de que fuera demasiado tarde. Pensé en Tom, pobrecito no había tenido oportunidad ninguna. Lo encontré con sus ojos desorbitados dentro del nylon que desfiguraba su cara. Debía escapar pero su rostro se dibujo frente a mi, en una mueca macabra y mortal.
Soñadora
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