El Sótano

Siempre le tuve pánico a los sótanos y altillos. No me crié en una casa que tuviera algunos de estos sitios oscuros y fríos.

Tal vez ver muchas películas de terror durante toda mi niñez y adolescencia,me crearon este miedo. De sólo pensar en quedarme encerrada o entrar en un sótano o altillo me hace erizar la piel.

Cuando cumplí 18 conocí a Nicolás. El chico de mis sueños,mantuvimos nuestra relación a escondidas por un mes. Un día me invitó a su casa,que quedaba al final de mi cuadra. Debo confesar que su casa era tetrica,oscura y se contaba en el barrio que en esa misma casa hace muchos años vivía una mujer solitaria y taciturna. 

Jamás pasaba por la vereda de esa casa al regresar del colegio que quedaba justo enfrente. Ese estilo arquitectónico gótico la hacia ver macabra. Muchos niños jugaban en su inmenso patio,según ellos la casa los llamaba a jugar. Nunca mis padres me dejaron ir a jugar y creo que de ahí me infundieron el temor por la "casa maldita" como solían llamarle.

Mis padres al enterarse de que salía con Nicolás se emocionaron,pero todo cambió cuando supieron que me invitó a cenar en su casa. Su primera reacción fue negarse rotundamente a que vaya,yo no entendía porque si según sus palabras "esa casa sólo estaba abandonada y no tenía ninguna maldición". Al día siguiente cuando me desperté para ir al colegio,mi madre me esperaba en la cocina para desayunar como cada mañana. Su semblante estaba pálido y su actitud era un tanto sombría y distante. Mientras desayunabamos aproveche para persuadirla así me dejase ir a la casa de Nicolás.

-Ma...puedo ir a la casa de Nico el viernes..?

-No. Y es mi última palabra. Dijo secamente y se levantó de la mesa. 

Probé de nuevo insistiendo más. 

-Mamá dale! Prometo que ceno y vuelvo la hora que me digas. No tengo que cruzar toda la ciudad,sino caminar 100 metros. Dale mamá!! Sus padres me quieren conocer!

Se giró bruscamente y me tomo muy fuerte del brazo.

-Te dije que no. ¿Acaso no entiendes? Esa casa no me da buena espina y lo sabes. A ti tampoco te gusta y no se porque insistís en ir. Si sus padres quieren conocerte,invitalos a cenar acá en casa. Y no se habla más del tema.

Decidí no responderle nada,me levante y me retire al colegio. Tenía 5 horas más para pensar una buena excusa para poder ir. Convencerla no sería fácil pero tampoco imposible. Pasaron los días y sus no eran cada vez más rotundos.

Llegó el viernes y no sabía como decirle a Nicolás que no iría a cenar. Trataba de esquivarlo como sea,pero a cada momento hablaba de la cena y terminaba cada frase con un "quiero que vayas bella así das una buena impresión".

La cena estaba pactada a las 21.30 y yo supuestamente iba a ir. Cuando el reloj del Iiving dio las 21,me sentía nerviosa y no sabía como salir de casa para no fallarle a mi novio. A medida que se acercaba la hora del compromiso,me desanimaba más y más al saber que no podría salir. Mis padres como nunca me vigilaban muy de cerca. Antes de que dieran las 21.30 llegó mi vía de escape. Sonó el teléfono,corrí a atender y lo que escuche decir a mi interlocutor me iluminó la cara por completo.

-Hola Jime! ¿Están tus padres? Soy Isabel,quería preguntarles si iban a venir a mi cena de cumpleaños.

Antes de responder,mi madre me quitó el tubo de la oreja. Yo esperaba que diga que si y se vayan cuanto antes,la respuesta de mi madre se hizo esperar hasta que entre dientes dijo si. Tuve que ocultar mi alegría,ella y yo sabíamos que apenas salgan iba a salir corriendo a los brazos de Nicolás.

En menos de diez minutos se fueron. Al verme librada de mis padres,fui a mi cuarto a cambiarme de ropa. En menos de 5 minutos ya estaba lista. Salí a la calle y mire al cielo. Las estrellas brillaban más que nunca,la Luna estaba más bella que nunca. 

Comencé a recorrer esa cuadra,parecía interminable y en mi mente pensaba que pensarían los padres de mi novio. Ensismismada en mis pensamientos,no me di cuenta que alguien se había parado delante mío. Era Nicolás,me tomo del brazo y me beso.

-Amor te venía haciendo señas desde hace rato y ni me mirabas. ¿Paso algo que te retrasaste?

-No,sólo que no me di cuenta de la hora. Vamos apresuremonos que seguramente tus padres están esperando.

-Mis padres aún no llegaron del trabajo. Así que tendremos que esperar un rato.

Cuando me di cuenta ya estaba parada enfrente de aquella imponente casa. Un escalofrío me recorrió todo el cuerpo,él miedo me paralizó por unos segundos...Quería caminar pero no podía. Nicolás me tomó del brazo y me arrastró adentro de la casa. La casa era inmensa,había todo tipo de adornos extraños por cada rincón de la casa. Mi novio alegó que eran "recuerdos de los viajes al exterior de sus padres". Nos sentamos en la sala a escuchar música,cuando ya estaba un poco más relajada en "la casa maldita" en un pestañear de ojos se corto la luz. 

No sabía si salir corriendo o quedarme quieta en el lugar esperando a que regresará la luz o una vela se encendiera mágicamente. No ocurrió ni una ni la otra cosa,sino algo peor.

Una mano fría me tomó del brazo y una voz gutural me dijo.

-Sí quieres seguir con vida sigueme.

Mi mente se puso en blanco,no sabía si era Nicolás jugandome una broma o la casa realmente estaba maldita. Sólo obedeci,y la mano me dirigió por un estrecho pasillo. Es lo que supuse en la oscuridad y por el largo camino recorrido. Lo siguiente que escuche fue girar una llave,en la oscuridad no podía distinguir nada ni sabía en que sitio de la casa me encontraba.

La puerta chirrio al abrirse,y lo siguiente que percibí fue un fuerte empujón que me hizo ir a parar directo a la pared. Mi cabeza pegó fuertemente en la pared y caí inconsciente. No se cuanto tiempo permanecí tendida en el piso,ni se si alguien me encontró o estaba soñando. 

Los primeros rayos del sol que entraban por una pequeña ventana me despertaron. Me quede sentada sobandome la cabeza,por instinto me mire la mano y tenía sangre seca. Cuando logre ubicarme en tiempo y espacio,mire a mi alrededor. Me encontraba en el sótano...mi pesadilla recién comenzaba.

Fin.