Reescribiendo Un Amor

El escribía veloz, y su  mente divaga entre sus personajes y la realidad. Sus ojos desorbitados le pesaban cuanto hacia que estaba delante de esa máquina, nunca sintió llegar a Marina. Seguro estaría ya en la cocina con los chicos intentando que cenaran y se fueran a la cama, para venir con nuestra acostumbrada copa de vino. Se sentaría en el viejo sillón y me preguntaría si quería cenar ya o esperaba.

Cada dia igual al otro su cara cansada llena de monotonía, era la resignación hecha persona. Ya los dos sabíamos que queríamos con solo mirarnos. Tal vez al inicio fuera maravilloso pero hoy era insoportable. Teníamos sexo como parte de un ritual.  Después de comer,  subíamos a nuestra habitación, uno se duchaba y el otro esperaba, hacia mucho no nos duchamos  juntos. Creo que casi no nos miramos. Ella terminaría de leer,  me miraría  y vería en mi cara si mi necesidad de sexo era visible o lo dejaríamos como tantas veces, para otra vez. No se como llegamos a esto, tal vez la llegada de los chicos, su trabajo y el mio tan incompatibles en horarios.  Sabemos los movimientos del otro a la perfección. Todas las noches la misma ceremonia. El deseo de buenas noches,  suena frío como nuestros corazones. Porque seguimos juntos me pregunto, la respuesta es la misma están los chicos, pero ninguno quiere confesar que se murió el amor. El desayuno es igual de monótono,  salvo por los niños que con su inocencia contagian de risa y alegría el día. Amamos mucho a nuestros hijos, pero nosotros nos perdemos cada vez más.  

Pero hoy fue distinto.... No la escuché llegar y tampoco a los chicos. Te cuando abrí mis ojos ella estaba sentada,  relajada en el sillón,  bebía su copa de vino  y me observaba dormir. ella estaba distinta. ¿Era esa una sonrisa en su cara? ¿Sus ojos brillan? Su boca entreabierta y se le nota cierto halo de felicidad. 

Disimulando le pregunto si a ocurrido algo que se le ve radiante, y se ríe con una risa sugestiva, que me hace temblar. Recién ahora percibo que cambió  su corte de pelo y lleva sus labios delineados. Esta con su desabille abierto y veo la piel tersa de su cuerpo. No se porque la veo diferente. Me levanto de mi silla y llego hasta ella. Pongo mi cabeza en su regazo y siento sus manos suaves recorriendo mi rostro. Besa mis ojos y me dice... escribele  THE END a nuestra vieja y monotona historia.  Porque yo estoy dispuesta a reconquistar tu amor. Me toma de la mano y me lleva al cielo una y otra vez. Nos dormimos entre te amos y te quiero. Encontrándonos como si fuera la primera vez que nos viéramos, ahí supe que él  como yo teníamos vivo aun la llama del  amor en el corazón. 

Soñadora