He luchado contra estos sentimientos, pero te juro qué, cuando estoy a punto de sacarte de mi corazón, estás más presente que nunca.
No tengo el placer de conocer lo que se siente besar tus labios, tampoco el placer de haber estado entre tus brazos antes; pero cuando te veo tengo la sensación de conocerte. No sé porque.
Nunca hablamos de nada en especial, pero me ilusiono cada vez que mi nombre sale de tus labios. Es estúpido lo sé.
Espero por ti, pero nunca llegas.
Las sonrisas que se forman en nuestros rostros cada vez que nuestras miradas chocan, ya no me hacen sentir bien. Comienzo a pensar qué, mientras yo te sonrió con todo mi amor, tú lo haces por pura burla.
¿Quién soy yo para culparte de lo que siento? Nadie. Sólo soy una chica más que se enamoró de tus encantos de hombre, de tu todo.
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