Denunciar relato
Nuestros ojos, vieron como aquella ráfaga sin más ni menos decidió arrebatarnos todo, tan sumisa y sin alerta comprometió toda una vida hecha, que no tubo perjuicio alguno de pedir permiso permaneció lo que quiso y sin ningún poder cerro todo a su paso sin posibilidad de despedida al zumbido mágico y salvaje de mi bella Africa.
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