El club de sexo en vivo I

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Edwan y yo queríamos experimentar nuevas cosas, después de todo lo que paso en Ibiza quedamos con ganas de más, así que aprovechamos que ambos estaríamos unos días en Madrid por trabajo para cumplir un par de fantasías pendientes.

Habíamos averiguado sobre algunos clubes de sexo en vivo y después de terminar todo el trabajo acordamos ir a uno que nos pareció bastante atractivo.

Aprovecho de ducharme mientras Ed aun resuelve algunos contra tiempos en su portátil y en cuanto salgo de la ducha veo que me ha elegido algunas ropas que le parecen apropiadas para la ocasión, todas de color rojo… Esta sentado en un sofá del salón de la habitación y le lanzo una mirada que si mataran de seguro ya no existirían, el me la regresa pero con esa picara sonrisita que me encanta…

-Vale, no me hagas esa cara, le hago un favor a los tíos menos afortunados, estoy seguro de que más de uno va a fantasear contigo esta noche. Me burlo imitándolo y él me da un rápido beso en los labios y un cachete en el culo. –Idiota. Le grito porque me duele –Yo también te amo. Dice entrando al baño… No se le puede negar, tiene muy buen gusto y casi siempre acierta en lo que quiero usar, ya me había decidido por un vestido rojo un poco más arriba de la rodilla y un escote bastante provocativo, con una chaqueta negra de cuero y unos tacos negros… Ed sale de la ducha y me dice –Que bueno que no te has vestido aun, mira. En la mano sostiene una diminuta tanga negra que le fascina. –Colócatela amor, me encanta cuando te mojas y la llevas puesta. Pongo los ojos en blanco y él sonríe… Me comienzo a vestir y le pido ayuda con el sujetador, se coloca detrás de mí y cuando creo que lo va a abrochar baja los tirantes, besa mis hombros y acaricia mis pechos endureciendo mis pezones –Ese vestido lo debes usar sin brasier amor, no vamos a privar al mundo de esta maravilla. –Ok, si tu no llevas bóxer. –Vale amor. Dice y en seguida se saca el bóxer recostando su pene un poco erecto a mi culo –Y ahora vistámonos cielo, porque te voy a terminar follando aquí y no conoceremos el famoso club.

El lleva un vaquero bastante ajustado que marca su pene y una camisa color rosa que le van de maravilla. Salimos del hotel y partimos rumbo al club, en el camino acaricio su pierna mientras el conduce… Subo hasta su entrepierna y un poco más arriba sintiendo como se endurece su pene bajo mi mano, me mira y sonríe con malicia…

Llegamos al club justo a tiempo, el ambiente empezaba a calentarse, en el escenario estaba un chico desnudo, muy bien dotado y bastante guapo amarrado de manos a una pared y dos chicas vestidas como dominadoras aunque se les podían ver los pechos por completo, acariciaban al chico y jugaban con su pene… Ed y yo nos sentamos en un sofá donde se encontraban dos parejas observando el show y metiéndose mano…

Ed llama al camarero, un chico bastante guapo como de 28 años, moreno, alto, fornido y de ojos claros y pide un par de tragos para entrar en calor, él chico va y vuelve enseguida y cuando regresa noto que clava su mirada en mis pechos y yo le miro de arriba abajo con descaro, el me mira y luego se marcha… Ed y yo vemos el espectáculo y él va metiendo su mano por debajo de mi vestido hasta llegar a mi húmeda tanga, pasa su mano de arriba a abajo algunas veces hundiendo un poco el dedo para oprimir mi clítoris haciéndome gemir, yo acaricio su pene que se marca bajo la tela del vaquero… Ahora el chico del show está siendo follado por las dominadoras y Ed me come la boca desenfrenadamente, acariciando mis pechos y piernas, el camarero se nos acerca e interrumpe tan apasionado beso –Tengo un lugar donde pueden follar tranquilos. Ed muestra interés ante su propuesta y yo le devoro con la mirada, el chico sigue hablando y me dice –Si puedo follarte yo también. Me pongo de pie pegando mis senos a su pecho y le susurró al oído –Si llevas compañía acepto. El chico afirma con la cabeza y nos conduce a una habitación con poca luz, con una decoración bastante elegante en colores rojo y negro y un particular olor a madera, hay un sofá en forma de L y una cama muy grande con sabanas de seda roja… Entramos y me siento en el sofá, Ed y el camarero llamado Mauricio hablan sin que pueda escuchar y luego Mauricio sale de la habitación, Ed se sienta a mi lado –Quítate el vestido amor. Le hago caso, me pongo de pie y comienzo a bailar de forma sexy mientras me quito el vestido, Ed me sonríe y me dice –Me encanta cuando haces eso… Ya me he quitado el vestido y ahora solo llevo la diminuta tanga y los zapatos, sigo bailando y Ed me toma la mano y me sienta en sus piernas, yo aprovecho y me lanzo sobre su boca besándolo apasionadamente mientras que mis manos van desabotonando su camisa hasta dejar su pecho al descubierto… Mis manos lo recorren mientas aun lo beso y el acaricia mi espalda y mi culo, coloca sus manos en mis caderas y me empuja hacia su pene que está muy duro y me roza dándome una sensación muy excitante… Me hago un poco para atrás aun sentada en sus piernas y muy despacio desabotono su pantalón y bajo su zipper liberando esa fascinante verga… Comienzo a meterla entre mis piernas y Ed acaricia mis pechos y pellizca mis pezones, pasó su verga marcando mi rajita bajo la tanga… Tomo su mano y con un dedo empiezo a pasear por mi rajita sobre la tanga hundiendo algunas veces su dedo en mi clítoris… Le digo –Vamos a la cama, quiero que me folles.


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