Denunciar relato
La calle aún no se ha secado y vuelve a llover.
Llueve.
Cientos de gotas molestas caen sobre el cristal de mis gafas distorsionando mi visión. Las luces pretenden ser pequeñas estrellas que se cuelan en mi retina. Veo brillos que no hay en el cielo oscuro de mi ciudad.
Quitar las gafas no arreglaría nada. La distorsión seria aún mayor a través de mis ojos miopes y desnudos, ciegos a las formas y a la nitidez.
Llueve otra vez y sigo sin verlo todo bien.
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