Me encuentro que existe un banco del tiempo. Solo en pensarlo ya me encuentro mal y se me ha instalado una angustia en el estómago. Dudo de que se trata y si es lo que he pensado que era cuando lo he visto anunciado en un cartel publicitario. ¿Es un asiento para sentarse por un determinado tiempo? ¿Te guardan la plaza si te levantas para ir al baño? o mejor aún ¿Es un asiento en el cual te rejuveneces miraculosamente? Creo que debo ser más simple. ¡Ya lo tengo! Me levanto de golpe y gritando de alegría me orgullezco de la conclusión a que acabo de llegar. Es pura lógica. Tiene que ser una especie de entidad empresarial donde si uno ingresa dinero, al día siguiente hace buen día.
Al cabo de una hora llegó mi novio y le hago una disertación oral de mis razonamientos respecto al banco del tiempo. Con la cara que ha hecho diría que ha quedado choqueado. Traga saliva y me dice: No he visto nunca un banco del tiempo y tampoco he escuchado a acerca de ellos. Solo conozco a los bancos de semen y de peces, porque como ya sabes, soy pescador y me gusta rentabilizar mi cuerpo. ¡Querido! La única cosa que te puedo decir es que te ha tenido que hacerte daño el yogurt caducado que te comiste ayer y te ha afectado tus sinapsis cerebrales. Cuando terminó se fue a cultivar sus músculos en el gimnasio.
Ahora si que estoy angustiado y encima desconcertado, pero claro uno no se pregunta cada día que es un banco del tiempo. Cierro los ojos, me concentro otra vez y Ahora si que lo tengo. Escuchad: Si tengo horas libres, en vez de malgastarlas comiendo pipas y mirando una película romántica mala de Hugh Grant, las deposito en este banco para utilizarlas más adelante. En esencia el banco de semen, hacen esto. Congelan a los semi-bebés con nitrógeno líquido y luego los utilizan más adelante. Llegado a ese punto tropiezo con otra pregunta: ¿Cómo congelan las hora libres con nitrógeno líquido, para luego reutilizarlas?
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