Denunciar relato
Once o doce años juntos...mucho tiempo para un pez y sólo un período de tiempo para mi. Ya estaba acostumbrado a su presencia, a su cariño en silencio, era la prueba viva de la rutina, el estar....mientras yo, en estos once, doce años, al otro lado del cristal, soy la prueba del continuo movimiento, del cambio. Este hecho me hace repasar este último periodo de mi vida, de mis cambios y mi evolución, seguramente a mejor persona, más sabia, mientras mi whoopi, simplemente nadaba feliz en su pecera. Descansa.
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