En el cuarto de fotocopeado- parte 1

Tomo mis lentes, llaves, cartera y mi amigo fiel de todas mis mañanas, el café y rápidamente me dirijo al garaje, enciendo mi "Adventur", saliendo directamente hacia mi trabajo. Así son todas mis mañanas, iguales, sin que nada altere el status quo; aprendiendo de memoria ya cada detalle del enfermizo y repetitivo camino por el cual debo transitar tanto de ida como de vuelta.

Y, si me quejo recién por mis mañanas y el conservador camino es por que aún no he relatado el infernal laburo que desquicia mis neuronas y me priva de todo contacto con la sociedad, pues SI ser esclava de las oficinas mas importantes en la imprenta "Bernabo", cuya jefa es mi hermana mayor, una mujer super liberal de las puertas para fuera pero insoportable con sus empleados.

Necesito un "Break", un descanso, unos cuantos minutos de oxigeno mas, sin que me llamen a los gritos para pedirme más y más té de menta, o más fotocopias, ideas y proyectos para el fin del día.

Sino necesitara tanto el dinero para comprar un nuevo depto, juro que ya no solo la habría mandado a comer "Cebollas" sino que hubiera renunciado cuando me hizo rehacer todo un informe por que, por culpa de su bola de pelos "Rufus" se le cayó el té en la carpeta. Pero bueno, no todos disfrutamos de la suerte de otros de repartirse el tiempo en diversas cosas y/o actividades. Yo, al menos NO. Solo trabajo y a penas tengo algo de tiempo para comer y dormir, todo sea por obtener mi independencia y volar lejos muy lejos de mis estructurados padres.

Llegué al laburo, un día más poco diferente al de ayer y novedoso a la vez, al notar que han cambiado el empapelado del bufet.

Como siempre, a las 10:30 Carla, mi hermana, me solicita realizar las copias de 50 archivos; lo cual, no me disgusta ya que por lo menos, por un buen rato, estoy encerrada en el cuarto de fotocopeado con mi IPOD escuchando música, mientras canto y bailo. En si, un poco me relajo.

Mientras tanto, escuchaba la canción "Bailando" de Enrique Iglesias y solo me restaban retirar las dos ultimas copias de la maquina, la lapicera que tenia en la mano , se cae del otro lado de la impresora ante la consecuencia de mis torpes y exagerados movimientos. Tratando de hallarla, decido por subirme sobre esta, apoyando mi torso por encima de la fotocopeadora en busca la fugitiva lapicera. La mini pollera aterciopelada de estilo campana, color rojo, que llevaba se habia elevado un poco mas de la cuenta, dando a la vista a cualquiera, el exquisito panorama de mis glúteos acompañados de la tanga negra de encaje, que llevaba ese dia. Menos mal, que me hallaba sola en la habitación debido a que en caso contrario, moriría de vergüenza.

Finalmente, la encontré y pude reacomodar mi vestuario. Amo la combinacion que llevaba ese día, la mini pollera roja con textura de terciopelo al tacto, daba la sensación de sutileza que acompañado de un corte campana, afinaba mi cintura y realzaba mi parte trasera; A su vez, la camisa a cuadros y las medias bucaneras de encaje negro con borcegos de taco alto, completaban el outfit . Inclusive, mi cabello pelirrojo lacio conservaba las hondas, que me había hecho en la noche.

La canción continuaba acercándose al estribillo:

"Bailando, bailando

tu cuerpo y el mío

subiendo y bajando

bailando, bailando (x2) "

Mis caderas comenzaron a moverse de un lado al otro, cuando siento que alguien entra en silencio y sin darme vuelta digo, pensando que se trataba de mi hermana, Carla, la muy pesada.

-: Carla, en 5 minutos termino quédate tranquila.

Sin embargo, no contestó. No se oyó más nada, por lo tanto, continué con mi IPOD. Cuando sentí unas manos fuertes y potentes sujetaron mis brazos hacia atrás, quedando completamente paralizada. Mi respirar se volvía cada vez más entre cortado y agonizante, queria gritar pero no salia ni un minimo sonido de mis labios, la musica continuaba y el mundo también, mientras yo estaba atrapada en un cuarto de copiado con un extraño.