Un poco de "amor" al hombre de los risos. Parte II [Para leer con paciencia]
Por Desha
Enviado el 08/12/2015, clasificado en Adultos / eróticos
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Por algunos motivos, no había subido la segunda parte. Aquí está, para aquellos amantes a las historias con chispas de pircadía.
La historia trata de una Chica, algo ardiente llamada Samanta, ella acaba de conocer a su prototipo de hombre perfecto (quien se llama Ricardo Recovsky), y que creen? ahora es su enfermera.
Anteriormente:
...Quédate por favor. Creo que necesito ayuda para subir a mi recamara y con los medicamentos. y se le queda mirando fijo haciéndola sumirse a sus ojos - Dice Ricardo.
Samanta le sonríe, y se levanta para ayudar a sentar al chico; quien casi se va hacia adelante pero justo la tenía en frente usándola como freno, posando ahora su rostro en el vientre y sus manos en los muslos de ella. Ahora la chica podía sentir una explosión de sensaciones en su cuerpo; el corazón y la respiración irregulares, sus pechos empezaban a endurecer sus pezones, y su sexo excitado; fue como una ola de sensaciones que experimento desde los pies hasta llegar a la cabeza.
CONTINUACIÓN
Tranquilo, estas bien. Vamos, te ayudo a subir. -Dice Samanta, pensando en establecer una relación con el chico-
>Ya en su habitación<
Samanta le acomodó las almohadas, y luego lo arropo como un tierno niño. Hace mucho no tenía una pareja, y ese tierno hombre con hermosos risos y un cuerpo muy fuerte, era la mejor de las opciones. De ahora en adelante, debía ser cuidadosa si quería conservarlo.
-¿Estas bien? -Dice ella.
-Si, Gracias por tu ayuda de verdad. ¿Samanta? ¿Puedo decirte así? -Dice él.
-Si, está bien.
-el sonríe- ¿Podrías quedarte a dormir hoy acá? -Dice él con un rostro de víctima-.
-No creo que sea buena idea, ¿recuerdas a mis perros? -Dice ella. Pero por dentro solo deseaba rosar su cuerpo junto al de Ricardo-.
-el esboza una media sonrisa- ? No, aun no los veo. -le toma la mano a Samanta, quien se encuentra parada a su lado- Es que no me siento bien -ahora se le queda viendo a los ojos y era como si pudiera descifrar a través de la mirada lo que Samanta sentía- ¿Que te preocupa, nueva amiga? -Quedándose por casi un minuto de silencio atrapada en aquellos ojos color miel-
-Nada, todo bien -Y ambos sonríen, cuando la mano del chico empieza a debilitarse- ¿Estás bien tú? te siento más frío.
-No pasa nada. Creo que solo necesito dormir. -acerca la mano de Samanta a sus labios, y la besa.- Muchas gracias por todo -baja la manos y se voltea dándole la espalda a la chica. En un tono mayor dice... - puedes dormir en esta cama. Sino, la habitación de al lado está disponible. Pero si quieres, el sofá de abajo es muy cómodo. Que descanses.
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