La cuidad había cambiado, pero la estructura constructiva no es lo mas significativo, lo importante es el salto en el tiempo, el cambio en las gentes, parecía que se había perdido mucho y no se calculó la pérdida que tendríamos con el avance del Látex.
Todo ocurrió muy aprisa, la industria en su totalidad se modificó y avanzó a planos estelares, la medicina, la estética, se puede afirmar que ocuparon otro protagonismo, ya el hombre había conquistado muchos logros en los campos de la Biotecnología, las clonaciones, las células madres y con su ultimo invento de la nueva piel resolvía muchos problemas que en otro tiempo fueron castigo y sufrimiento. Me acuerdo como siempre en silencio, todos ocultaban de alguna forma las deformaciones de su cuerpo , existían dietas, ejercicios físicos, programas vitamínicos, masajes, música aeróbica, cámaras hiperbáricas, oxigenación celular, sustitución de venas, implantes de piel pero nada había sido concluyente, el látex aparentemente había llegado y era la salvación .
La nueva técnica de envoltura, recubría la piel y se integraba, desaparecían las arrugas, el envejecimiento natural, se escogía la coloración tanto de la piel como del cabello, hasta el tamaño de seis pies se lograba en el cuerpo, en un entorno de más o menos treinta centímetros, auxiliado por suplementos o plataformas, soportes implantados en algunas partes del cuerpo o abultamientos en otras, reducción de la capa de grasa por presión general, cirugía, o en el último de los casos por la vía no biológica de convertir el tejido adiposo en energía, claro, sin la participación del hígado.. Lo más inverosímil, la forma de la cara, desde ese momento caminaban en abundancia los Elvis o las Madonas o algún actor de la época seleccionado por las compañías del Marketing. Todos los seres humanos eran parecidos o casi perfectos, no se sabía la verdadera identidad de la persona, hasta su muerte, el envejecimiento en la piel, había desaparecido.
Esta verdadera revolución de la modernidad no se comparaba ni con el descubrimiento de las Américas o el viaje a la luna por el hombre.
En mi caso, estaba preocupado por los avances, mí esposa ya no era mi esposa y mis hijos se habían convertido en atletas o artistas famosos, mis amigos habían desaparecido, nadie opinaba por miedo a no parecer un anticuado, se silenciaba la humanidad después de tantas luchas por el respeto a la libertad plena del hombre.
Descansaba en mi viejo sillón de madera que no tenía nada que ver con los sillones circulatorios o los sillones ecológicos, donde por impulsos de láser y rayos ciber, te activaban los músculos, hasta tensarlos, como en una sección de pesas, y alguien en ese momento me llamó
-He amigo, no me reconoce, soy su vecino, es que necesito me ayude un momento, mí hija que no vive conmigo, me ha pedido una foto de la familia y no puedo encontrarla, al comprar mi nueva piel me aplique un reactivo de memoria para concentrar los recuerdos recientes y parece que no es lo efectivo que imaginaba
-Mire compadre, ya no le conozco, pero si usted me trae algunas fotos antiguas, de esas de papel fotográfico, ese papel que era sensible a la luz, es posible que pueda reconocerlos a todos ustedes, en realidad fueron muchos los años que compartimos como vecinos, muchas cosas, también tenemos suerte de todavía vivir uno al lado del otro
-No crea, le revelaré una realidad, nadie quiere mi casa, todos aspiran a modernos locales, con inventivas por alternativas y ahorro a consecuencia de los momentos, me han dicho que hasta cierto punto las paredes pueden variar de formas, según la necesidad de los inquilinos y hay locales con distribución de césped artificial, árboles según la estación y clima el que desee, todo una ficción, ya es imposible vivir de tantos sueños
La humanidad estaba en su tope, no existía el empeño y el trabajo creador, todo estaba inventado al capricho de quien lo deseara, ni el pago por el disfrute, era limitante, al principio el hombre obtuvo metas como nunca antes, después aburrido y apesadumbrado de tanto ocio ya no quiere vivir así, esta es mi despedida, soy el ultimo de los humanos que no tiene trasformaciones, debo apurarme para empezar otra vez
17 de Marzo 2009
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