Queridas amigas mías.
Mil gracias doy cada día
al bendito destino
por ponerlas en mi camino,
No existe tiempo ni distancia
cuando sentimos de verdad
este sentimiento de amistad.
Siempre una u otra escuchando
mi dolor y mis lágrimas
me dieron consuelo con sus palabras.
Mis queridas amigas llenas de cariño
y paciencia en difíciles momentos
donde fueron mi refugio y mi sostén
Cuantas noches compartimos
la sonrisa que inventábamos
aun sin tener a veces, muchas ganas de reír.
Queridas amigas mías.
Como poder hacer para compensarlas
por todos esos momentos de contención.
Esos donde muchas veces sin saberlo
ustedes me ayudaron y rescataron,
aún estando vuestro corazón afligido.
Hoy hablamos de nuestros dolores
de nuestros conflictos y de nuestros amores,
con la confianza que nos da conocernos más.
Saber tanto una de la otra, casi diría que podemos
hasta sentir cuando algo nos afecta,
más que si fuéramos hermanas de sangre.
Gracias amigas, mías.
Pues me hacen ver muchas veces la verdad
cuando de mi mundo de fantasías no quiero bajar
y me traen con ternura a ver el mundo real.
Mis Amigas, mis cómplices, mis hermanas del corazón,
caminare también a vuestro lado en las dificultades,
entibiare vuestro corazón y pondré color
en momentos de gran desolación.
Amigas queridas aquí estaré para ustedes
mientras nuestros pasos nos acercan
y nos guían para poder fundirnos,
en ese tan esperado abrazo de Almas.
Soñadora
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