Que me gustaría hacerte??. (II)

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Me pongo a tú lado, miras mi polla erecta y acercas una de tus manos a ella, la acaricias, te incorporas y lo engulles toda entera. No dejas nada fuera, tus labios carnosos se hacen sentir a lo largo de mi miembro, mi glande y el resto de mi miembro se endurece como una piedra, tu boca está entretenida con el pene, tu mirada la diriges a mí y tus manos acarician mis testículos. Me tumbo, en la cama y poco a poco vas acercando tu entrepierna a mi boca, mientras tú sigues haciéndome disfrutar con la felación, pones cada una de tus piernas abiertas dejando mi cara entre ellas, las vas abriendo hasta que haces que tu vulva toque mis labios, al sentirte ahí, mi lengua salta como un resorte a tus labios vaginales, a tú clítoris, al interior de tú entrepierna. El 69 me está volviendo loco y a ti también. Mis manos se entretienen en tus tetas con esas tremendas aureolas y esos pezones duros, el gusto que me provocas hace que mis manos vallan a tus nalgas y empujen tu culo hacia mi cara, provocando que mi lengua profundice aun más en ti. Mueves tus caderas restregándome ese maravilloso coño por toda mi boca.

 

Antes de llegar al orgasmo, nos retiramos y quedamos tendidos uno al lado del otro. Nos miramos, mientras cada uno tenemos las manos en el miembro del otro, sigo acariciando. Te pones lentamente encima de mí, y agarrando mi polla te la introduces lentamente, cuando la tienes dentro de ti te quedas quieta mirándome, viendo mí cara de placer. Empiezas a moverte lentamente hacia delante y hacia atrás frotando tú pubis con el mío, haciendo que tú clítoris se roce conmigo, empiezas a gemir y a insultarme diciendo me lo que te encanta tenerme dentro “¡¡cabrón!! qué buena pollas tienes, que dura y cabezona”. Te paras un instante y cambias de posición tus piernas, con mi polla dentro de ti, te pones de cunclillas y lentamente empiezas a sacar y meterte mi polla en ti. Es tas un rato haciéndolo, lentamente, más rápido y vuelta a hacerlo despacio, hasta que decides darte la vuelta con mi polla aun en ti y darme la espalda. Separas un poco tú pelvis de mi y ahora el que empieza a bombear soy yo. Pongo mis manos en tus caderas para sujetarte y empiezo con el mete saca, mi ritmo es algo más frenético que el tuyo, siento tus jugos correr por mi pelvis y a ti gemir con más fuerza, de nuevo me insultas “¡¡cabrón ¡! Sigue fallándome, no pares, ahora no pares….. dame fuerte, rómpeme…..¡¡cabrón!! sigue….” Estas palabras me encienden aun más, según estás te tumbo, te dio media vuelta y vuelvo a clavarte mi pene dentro de tú sin ninguna compasión, estas tendida en la cama y aun así consigo metértela por el coño, pero al final te hago poner a cuatro patas y sigo bombeando. Una de mis manos van a tú ano mientras te la sigo metiendo, siento como rápidamente se dilata y rápido para mi sorpresa entra mi dedo, sigo con el mete sata, tú gimiendo o casi gritando, dos dedos en tú culo y ante esa dilatación mi extrema calentura, saco mi pone de tu vagina y sin preguntar pongo mi glande en tú ano, lo apoyo y aprieto un poco, no se desliza muy bien, paso mi mano por tu entrepierna empapada de tus jugos y los llevo hasta mi pene y tu ano. Intento de nuevo introducirla en tú ano y compruebo que ahora va entrando despacio, el glande está dentro y lo dejo ahí, miro tu cara apoyada en la cama mientras miras hacia mí. Noto en el gesto de tú cara dolor, pero no me dices que lo deje. Dejo caer saliva de mi boca en tu ano o mi pene y empiezo a introducir el resto de mi miembro y esta vez entra entero, tú cara sigue denotando dolor y a la vez placer. No es la primera vez que sientes una polla en tú culo. Paro con todo mi pene dentro de ti, apoyo mi torso sobre ti y te digo al oído “Me encanta follar tú culo, quiero que goces como mi perra que eres” y al terminar de decirla eso, saco la mitad de mi miembro y de un golpe de riñón vuelvo a meterla de golpe todo él, escuché como de tú garganta salía una queja que intentabas ahogar, pero que para mis siguientes golpes de riñón ya no pudiste evitar que se escucharan claramente. Tus manos estrujaban las sabanas, pero no me decías que parase, seguías poniéndome el culo para que te lo penetrara. Poco a poco tus quejas desaparecen de tú boca y surgen gemidos a la vez que a mi miembro le resultaba más fácil entrar y salir de tu ano. Fui aumentando el ritmo de penetración y la cantidad de gemidos aumentaron con él. Me encantaba estar entrando y saliendo de ti, empezaba a sentir en mi cuerpo esos temblores que anunciaban la pronta llegada de mis fluidos a tú culo, a la vez que esa sensación recorría mi cuerpo te preguntaba si te gustaba, tú me decías que si que te encantaba como la partías el culo, ya no aguantaba más y solté un grito de placer a la vez que mi semen se disparaba dentro de tú culo. No dejé que ninguna gota de mi semen se saliera de ti, saqué mi pene de tu culo y escurrí en el hasta la última gota. Caí desplomado encima de tu cuerpo, los dos jadeando y sudorosos, nos dormimos hasta el amanecer…….

 

Esto me gustaría hacerte y no una sola vez, si no, un día tras otro….


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